FOTO: El Comercio
Por Roger Tunque
Servindi, 22 de mayo, 2018.- En las últimas semanas, el congresista fujimorista por la región Ucayali, Carlos Tubino Arias-Schreiber, volvió a ser cuestionado por sus declaraciones. Esta vez se trató de una publicación difundida a través de sus redes sociales donde calificó como “salvajes” al pueblo shipibo.
Sin embargo, esta no es la primera vez en la que el congresista se expresa de manera despectiva sobre un grupo de personas. En la siguiente nota, recopilamos algunas de sus desafortunadas declaraciones y recordamos parte del pasado del polémico congresista.
“Mugrientos rojos”
El 16 de junio de 2016, pocos días después de conocerse la derrota de Keiko Fujimori frente al expresidente Pedro Pablo Kuczynski, Carlos Tubino utilizó su cuenta de Twitter para lanzar frases denigrantes en contra de Verónika Mendoza, excandidata presidencial, que asistía a la última legislatura del Congreso.
“Hoy aparecieron integrantes de la Izquierda Acomplejada a la última Sesión de Congreso como Verónika Mendoza. Sucios y mal vestidos”, criticó el congresista fujimorista.
Cuando fue cuestionado por su publicación, Tubino, en lugar de pedir disculpas, se mostró más intolerante y tildó de “mugrientos rojos” a los congresistas de izquierda.
Por lo menos no apesto, mira esos mugrientos rojos que van al Congreso, haciendo populismo
Este hecho fue criticado también por el periodista y escritor Marco Avilés en su libro No soy tu cholo. Para explicar el caso, Avilés a su vez recurre al libro El laberinto de la choledad del sociólogo Guillermo Nugent donde explica que la “'suciedad' es un rasgo distintivo del viejo discurso oligárquico” (p. 21).
Asimismo, Avilés recuerda que durante la época de los hacendados, el patrón se consideraba como un señor inmaculado, para quien los cholos – sus siervos– eran los cochinos.
En este sentido, para el periodista “No importa que ahora estemos mejor educados que ellos. Por definición, los racistas son incapaces de advertir su propia suciedad” (p. 22).
“Salvajes”
El 19 de abril último, la defensora cultural del pueblo shipibo Olivia Arévalo fue asesinada por dos disparos. El hecho terminó con la identificación y el linchamiento del supuesto autor de los disparos, el canadiense Sebastian Woodroffe, tal como lo confirmó el presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Ucayali, Ricardo Jiménez.
Cuando salió a la luz el video del linchamiento, el congresista que representa a la misma región, como de costumbre, usó sus redes sociales para tildar de “salvajes” y acusar a los chamanes shipibos de negociar la ayahuasca con los extranjeros.
“Esos salvajes deben ser detenidos inmediatamente, éstas imágenes han dado la vuelta al mundo!! TODO PRODUCTO DEL AYAHUASCA!!”, escribió Tubino a través de su cuenta de Facebook.
Además, el congresista denunció que el asesinato de Olivia se produjo debido a “la mala conducción” de la ayahuasca y terminó con el posterior linchamiento del canadiense.
Ante estas acusaciones, el Consejo Shipibo Conibo Xetebo (Coshikox), emitió un comunicado el 30 de abril en el que condenaba las declaraciones del congresista fujimorista por denigrar y maltratar la cultura shipiba, a sus líderes y a los sabios y sabias “de forma abusiva”.
Por ello, Coshikox exigió al Congreso acoger la denuncia y trasladar el documento a la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales para que se pronuncie y elabore un informe técnico para el desafuero del congresista.
El 10 de mayo, el legislador envió una carta notarial a Ronald Suárez Maynas, presidente de Coshikox, en la que pedía retractarse en un plazo no mayor a 48 horas.
Sin embargo, a través de una carta notarial entregada el 15 de mayo, Coshikox respondió al congresista. En ella, la organización indígena afirmó que “no hay nada que rectificar porque no hemos faltado a la verdad” y que, por el contrario, el congresista buscaba intimidar al pueblo shipibo.
En este contexto, el pueblo shipibo, liderado por Coshikox se movilizó el 18 de mayo para rechazar los actos discriminatorios que vienen recibiendo tras la muerte de la sabia Olivia Arévalo, incluso por parte de sus propias autoridades y algunos periodistas y empresarios.
Ley Inquisición
El congresista fujimorista por la región Ucayali no solo ha sido criticado por sus declaraciones desafortunadas, sino también por sus polémicos proyectos de ley.
Uno de ellos fue el proyecto de ley denominado “Ley Inquisición” que proponía una pena de hasta cuatro años de cárcel a quien "sin derecho ataque a otro mediante ofensas, desprecios, agravios o insultos a su libertad religiosa y de culto".
Dicho proyecto de ley fue criticado en su momento por el congresista Alberto de Belaunde quien calificó de despropósito. Incluso lo llamó “la ley Sodalicio”, ya que de haberse convertirse en ley, no hubiera permitido denunciar los casos de abusos sexuales que ocurrieron en dicha institución.
Acta de Sujeción
El 6 de marzo de 2018, el portal Wayka difundió un video en el que se ve al congresista Carlos Tubino firmando el “Acta de Sujeción” que buscó garantizar la impunidad a los jefes militares del régimen de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos ante los procesos judiciales por casos de violaciones de derechos humanos.
Tubino, quien pasó al retiro en el 2004 con el grado de vicealmirante, en el momento de la firma se desempeñaba como jefe político-militar del departamento de Ucayali.
Durante la ceremonia realizada el 13 de marzo de 1999, en la que participó el parlamentario, también se buscó defender el golpe de Estado de 1992.
El compromiso de los suscriptores consistía en defender la Ley de Amnistía promulgada por Alberto Fujimori el 16 de junio de 1995 para excarcelar a los oficiales y agentes del Destacamento Colina, autores de los crímenes de Barrios y La cantuta.
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