Según el organismo internacional, unas 1800 millones de personas usan una fuente de agua contaminada con materia fecal, exponiéndose a enfermedades como el cólera, tifus, polio u otras. Exhortó a aumentar el tratamiento y reutilización de las aguas residuales.
Servindi, 23 de marzo, 2017.- El agua no potable, unas pobres infraestructuras sanitarias, así como la falta de higiene, causan alrededor de 842 mil muertes al año, afirmó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el marco del Día Mundial del Agua.
El organismo señaló también que en un planeta donde el 80 por ciento de aguas residuales vuelve a los ecosistemas sin ser tratada ni reciclada, 1800 millones de personas usan una fuente de agua contaminada con materia fecal, lo que les expone al riesgo de contraer enfermedades como el cólera, la disentería, el tifus o la polio.
Por ello, el tema elegido por las Naciones Unidas para conmemorar el Día Mundial del Agua —celebrado este 22 de marzo— es: "Una gota de agua es flexible. Una gota de agua es poderosa. Una gota de agua es más necesaria que nunca".
[La ONU] insta a aumentar la recolección y tratamiento de las aguas residuales y reciclarlas de una forma segura.
La humanidad necesita agua
“El agua es un elemento esencial del desarrollo sostenible. Los recursos hídricos, y la gama de servicios que prestan, juegan un papel clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental”, detalla la ONU.
El agua también propicia el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo, generando un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, ya que incide en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, la salud humana y al medio ambiente.
Cabe destacar que, en la actualidad, más de 663 millones de personas viven sin suministro de agua potable cerca de casa, lo que les obliga a pasar horas haciendo cola o trasladándose a fuentes lejanas, así como a hacer frente a problemas de salud debido al consumo de agua contaminada.
Ante el hecho, la ONU ha enfocado su objetivo en el desperdicio del agua y en cómo reducir y reutilizar hasta un 80 por ciento de agua que se malgasta en casas, ciudades, industrias, y agricultura y que fluye de vuelta a la naturaleza.
Por ello, insta a aumentar la recolección y tratamiento de las aguas residuales y reciclarlas de una forma segura; asimismo, propone reducir la cantidad de agua que se contamina y se malgasta para ayudar a proteger el medio ambiente y los recursos hídricos.
“El Objetivo de Desarrollo número 6 es garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, incluye una meta de reducir a la mitad la proporción de agua dilapidada y aumentar su reciclaje”, resaltó la ONU.
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