Por Meylinn Castro
Servindi, 22 de febrero, 2017.- La ejecución de cinco proyectos hidroeléctricos en el río Marañón provocaría daños diversos y pérdidas económicas múltiples. No solo se afectaría la biodiversidad amazónica, sino que también se perderían económicamente actividades como la agricultura y la pesca. Además, se agravaría la emisión de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global.
Así lo fundamenta un estudio realizado por Conservación Estratégica (CSF) y el Centro de Ornitología y Biodiversidad (CORBIDI), presentado la semana pasada en Lima.
El estudio se refiere a las centrales hidroeléctricas Río Grande, Chadín 2, Veracruz, Rentema y Manseriche, que durante el gobierno de Alan García, junto con otras quince, fueron declaradas de interés nacional, mediante el Decreto Supremo del Ministerio de Energías y Minas N° 020 – 2011.
Entre las afectaciones identificadas en el trabajo destacan los factores ambientales y sus implicancias económicas sobre la alteración hidrológica, las pérdidas agrícolas, el impacto en las rutas de los peces, el transporte de sedimentos y la emisión de gases de efecto invernadero.
La elección de estos hidroproyectos se basó en el impacto que tendrían al ser ejecutados. “Para este estudio, fueron escogidos cinco proyectos hidroeléctricos. Estos representan el mayor riesgo para la cuenca Amazónica”, puntualizó José Rubio, analista de CSF, durante la presentación de la investigación.
Agricultura
La agricultura que sería afectada abarca 20 distritos en las regiones de La Libertad, Cajamarca y Amazonas, siendo este último el departamento más perjudicado.
La pérdida total por agricultura desplazada equivale a 4,895 millones de soles aproximadamente. El daño mayor provendría del reservorio del proyecto Río Grande, ubicado en la cuenca media – baja del río Marañón.
“Esto debido a que su área de embalse es 60 por ciento más grande que las de los otros proyectos evaluados y a que la actividad agrícola en esa área es más intensa en comparación a las superficies de los otros embalses”, se sustenta en el análisis.
Para los poblados de esta parte de la cuenca del río, la agricultura representa la principal actividad económica. No existe producción agrícola industrializada, y la mayoría está destinada al autoconsumo o al comercio menor en mercados y ferias cercanas.
Pesca
El estudio indica que la construcción de obras hidráulicas implica la eliminación de la totalidad del tramo fluvial ubicado aguas arriba de cada una de estas estructuras para la migración de peces.
Como resultado, se obtuvo un costo equivalente a 353,1 millones de soles, que representa a las pérdidas de renta proveniente de pesca ante la interrupción de la migración de peces en el tramo de la cuenca baja del Marañón, aguas arriba de la central hidroeléctrica de Manseriche.
En la cuenca baja del río se ubican los territorios indígenas de los awajún y wampis. Para estas comunidades, la pesca es una de las principales actividades para su subsistencia. El boquichico y la doncella son algunas especies ricas en la zona.
“En la parte baja se presenta tres proyectos (Manseriche, Rentema y Escurrebraga). Esta zona tiene bosques amazónicos, donde se ubican los pueblos Awajún y Wampis. Estos tienen la pesca como segunda actividad de seguridad alimentaria”, enfatizó Annie Escobedo, bióloga de CSF.
Transporte de sólidos suspendidos
El análisis advierte que la retención de sedimentos modifica la hidráulica del río y afecta los procesos naturales que dependen de la disponibilidad y calidad de los nutrientes transportados por el río.
Por otro lado, señala que las comunidades pueden verse afectadas a través del empobrecimiento de suelos de valle destinados a la agricultura.
La pérdida de beneficios ante la reducción del rendimiento en las zonas inundables agrícolas de la llanura (aguas abajo de la central hidroeléctrica de Manseriche) asciende a 6, 7 millones de soles.
Emisiones de gases de efecto invernadero (CO2e)
Las cifras presentadas hasta ahora son consideraciones conservadoras. Es decir, para el estudio se empleó la subestimación de los impactos sociales y ambientales.
En el caso de las emisiones de gases de efecto invernadero, estas pérdidas equivalen a 418 millones de soles, expresados a precio de mercado.
“Las materias orgánicas de los embalses se descomponen y emiten dióxido de carbono y metano. Los proyectos más nocivos para el ambiente serían los que se encuentran en la parte baja del río (Rentema y Manseriche)”, resaltó José Rubio.
Datos claves sobre el río Marañón
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