Boluarte miente: ni respeto a la democracia ni a DD. HH.

Ante la ONU, Boluarte dijo que Perú respeta la democracia y los derechos humanos. La realidad en el país, sin embargo, la contradice abismalmente. 

Servindi, 20 de setiembre, 2023.- En su intervención ante el 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, Dina Boluarte dijo que “Perú es un país respetuoso de la democracia y de los derechos humanos”.

Su declaración, sin embargo, contrasta con la realidad: en Perú más de 60 ciudadanos murieron en protestas contra Boluarte y existe un golpe en marcha contra la democracia avalado por este Gobierno.

¿Puede existir respeto por los derechos humanos cuando se mata a ciudadanos que ejercen su derecho a la protesta? ¿O respeto por la democracia cuando se es cómplice de un golpe antidemocrático?

Violación de derechos humanos

Como se recuerda, tras la asunción de Dina Boluarte al poder, el 7 de diciembre de 2022, se desataron varias protestas a nivel nacional que exigían su renuncia y el paso a nuevas elecciones generales.

Boluarte, sin embargo, se aferró al puesto y respondió con represión a las movilizaciones, las mismas que dejaron más 60 de muertos, 49 de ellos por impactos de proyectiles y bombas lacrimógenas.

La grave vulneración de derechos humanos a partir del uso excesivo de la fuerza policial y militar en las protestas contra ciudadanos ha sido documentada por varias organizaciones nacionales e internacionales.

Gobierno de Boluarte carga con la responsabilidad de más de 60 muertos en protestas. Foto: La República

Dentro de esta documentación, la más dura y certera aparece en el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que calificó algunos hechos como “masacres” y “ejecuciones extrajudiciales”.

Por estos hechos, Boluarte enfrenta a la fecha una investigación preliminar de la Fiscalía, institución que ha adoptado cuestionadas decisiones orientadas a retrasar las investigaciones.

Golpe a la democracia en marcha

Pero Boluarte y su Gobierno no solo es acusado por la responsabilidad en las muertes durante las protestas, sino también por ser cómplice de un golpe contra la democracia impulsado por el Congreso.

Desde el Parlamento han iniciado acciones para capturar el sistema de justicia con el fin de frenar grandes investigaciones por corrupción y tener mayor control sobre las próximas elecciones generales.

Este golpe es impulsado por una mafia de corruptos que aún maneja las riendas del Congreso peruano, mayoritariamente deslegitimado e integrado por personas con diverso prontuario y antecedentes cuestionables.

Para lograr su objetivo, el Congreso se ha propuesto tumbar a la Junta Nacional de Justicia (JNJ), iniciando una investigación para sacar a sus miembros actuales —incómodos al poder corrupto— y nombrar a gente a su medida.

Lo hacen sin argumentos que lo justifiquen, por lo que diversas organizaciones de la sociedad civil ya han iniciado acciones de protesta para alertar sobre este golpe a la institucionalidad democrática.

El Congreso que sostiene a Boluarte en el poder es el mismo que impulsa golpe contra la democracia. Boluarte lo respalda. Foto: El Comercio

Sin embargo, mientras la ciudadanía ya empezó a reaccionar, el gobierno de Boluarte ha mantenido un conveniente silencio y peor aún colocó entre sus ministros a dos personas vinculadas con la mafia antes mencionada.

Recién este 20 de setiembre, Boluarte se pronunció sobre el caso —y como no era para menos—, señaló que está bien que se haya iniciado una investigación contra la JNJ.

“Creo que nadie está exento de que se le investigue si a la presidenta y a los ministros nos investigan (…) ¿Alguien tiene que impedir eso? No, nadie tiene corona”, dijo desde Nueva York.

Boluarte agregó que respetarán la decisión del Congreso. “Que se investigue, que se respete el debido proceso, que se llegue a la verdad, y lo que tenga que resultar, nosotros lo respetaremos”, indicó.

No es un respaldo gratis. Boluarte sabe que el poder nefasto que impulsa este golpe desde el Congreso es el mismo que la sostiene hasta hoy en el cargo. Chocar contra ello es adelantar su fin.