Amazonía de Colombia y Brasil en peligro

Cifras recientes demuestran que la Amazonía de estos países afronta una crisis debido al nivel de deforestación. La tala ilegal sería la principal actividad que estaría empujando a la selva sudamericana a niveles históricos de deforestación.

Por José Díaz

Servindi, 20 de marzo, 2019.- Una de las medioambientales más dramáticas de los últimos años en América Latina, es la deforestación que viene sufriendo la Amazonía en general. Un claro ejemplo de esto son las cifras difundidas por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) de Colombia que revelan que el 75% de la deforestación en este país se origina en la selva colombiana.

Según la información del IDEAM, recopilada entre octubre y diciembre del 2018, las principales causas de la deforestación en la Amazonía colombiana son la tala ilegal, los cultivos ilícitos y los incendios forestales. Esto último se detectó a través del procesamiento de imágenes satelitales.

Aunque los núcleos más grandes de deforestación se encuentran en los departamentos amazónicos de Caquetá (45,9%), Meta (13,1%) y Guaviare (9,8%) en Colombia, lo más preocupante es la afectación de la Sierra Nevada de Santa Marta, una de las áreas nacionales protegidas más importantes del país sudamericano.

La Amazonía en crisis

Esto se suma a una información difundida a fines del 2018 por el Ministerio del Ambiente de Brasil (antes de la asunción de Jair Bolsonaro al poder). Por aquel entonces, Gobierno brasileño informaba que la cuenca del río Amazonas se encuentra atravesando su mayor nivel de deforestación de los últimos años debido a la proliferación de mafias de tala ilegal.

Desde el 2017, la tala ilegal ha incrementado su actividad en un 14% en la Amazonía. Ya a mediados del 2018 el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) había anunciado que en los últimos 50 años la cuenca del Amazonas ha perdido el 20% de su extensión total.

Solo en Brasil se han perdido en los últimos años 7.900 kilómetros cuadrados anuales de territorio boscoso. Desde que asumió Jair Bolsonaro la presidencia de Brasil las políticas ambientales han sido desmanteladas paulatinamente por lo que el futuro cercano de la Amazonía no proyecta un panorama alentador.

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