Vaticano: Concluye la primera reunión preparatoria de cara al Sínodo para la Amazonía

IGLESIA AMAZÓNICA DE JESÚS PARA EXPULSAR AL INVASOR “… he venido para poner en disensión … hijo contra … padre, … hija contra … madre …, nuera contra … suegra. 36 Y los enemigos del hombre serán los de su casa” (Mateo, 10 : 35) ¿Por qué y para qué, realmente, dijo Jesús estas palabras? La Historia ayuda a entenderle. La familia empobrecía por el impuesto al César. Los hijos reclamaban su parte de la economía familiar disminuida. Se debilitó la autoridad del jefe familiar y los hijos prefirieron a Jesús como nueva autoridad moral. Estos desdichados se organizaron con Jesús y sus partes de la economía traídas consigo, Jesús las usaba para financiar la “liberación contra el pecado”. Eran tiempos de predicación religioso-política, para liberarse del Imperio Esclavista Romano. Ante la avanzada cultura romana, los hebreos solo podían oponer su fe religiosa, pero que estaba dividida entre aristócratas Saduceos, populistas Fariseos y los subversivos Zelotes que eran los únicos predicadores de liberación nacional y esperaban que Jesús los condujera. Pero el liderazgo estaba dividido entre el místico Jesús y el nacionalista Barrabás. Jesús comprendió la quiebra de los vínculos afectivos y culturales de la familia y entonces propuso nueva organización: “37 “El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí”. Y se presentaba como “camino, verdad y luz” para liberarse de Roma: “el que no toma su cruz y no sigue en pos de mí no es digno de mí”38. Y advierte el riesgo mortal de organizarse con él: 39 “… el que pierde su vida por causa de mí, la hallará”. Pero este choque contra los sentimientos familiares, le acarreó enemigos que prefirieron a Barrabás. Hoy, en tiempos del Imperio Capitalista, el Banco empobrece a la Familia y a la Empresa, con préstamo usurero de dinero. La Familia ya no se organiza como Hogar: pues mientras buscan dinero, padre y madre se distancian entre sí, y descuidan a sus hijos. Hace 47 años se eliminó, en la escuela, los cursos Educación Familiar y Educación Cívica Militar; desde entonces, prolifera el liberalismo familiar, que degenera en libertinaje familiar. El Apocalipsis, visión del “fin del mundo” Esclavista, ahora sirve para ilusionarle al desdichado con el cielo y atemorizarle con el infierno. El Imperio promueve “misioneros” que organizan “iglesias” con estos desdichados de sucia conciencia, que lloran el “pecado”: o sea su cuerpo enfermo de suciedad física y mental y de desnutrición, que pervirtieron a su cuerpo; y de mala educación familiar y escolar que retardó a su mente desde la infancia. Infunden ilusión y miedo, para que no se le enfrente al Imperio Capitalista. La peor desgracia es que inculcan la idea del Cristo que se deja apresar y que para ir al cielo, no hay que enfrentarse al Imperio, que cuanto más aplaste se espere la “bendición de Dios”. Jesús hacía la recaudación económica para la predicación de la “liberación contra el pecado” (Mt. 19:28-29) y Lc 17:21). Pero los “misioneros” de hoy usan el dinero de los desdichados para darse la gran vida y para defender al Imperio Capitalista que les ministra con dinero fácil. Detengamos este mal uso a Jesús. Es imprescindible, que la espiritualidad amazónica emprenda la liberación nacional y social para expulsar al enemigo capitalista extractivista, que contamina nuestros alimentos los peces y destruye nuestro trabajo de flora y fauna.