La escultura de Cristóbal Colón, efigie colocada en 1973. Los Ángeles, California. (Foto: Pexels)
Servindi, 14 de noviembre, 2018.- El gobierno de la ciudad de Los Ángeles en California; retiró una estatua de Cristóbal Colón, ubicada en el centro de la ciudad, por considerarla símbolo del genocidio contra los indígenas tras el descubrimiento de América.
De acuerdo a las autoridades locales, el acto es uno de “justicia reparadora” para los habitantes originarios, ya que a Colón se le culpa de haber organizado un genocidio contra los pueblos indígenas que habitaron el territorio de La Española, actualmente Haití y República Dominicana.
La supervisora del condado Hilda Solís dijo en el acto que “la estatua de Cristóbal Colón reescribe un capítulo manchado de la historia que da una visión romántica de la expansión de los imperios europeos y la explotación de los recursos naturales y los seres humanos”, según NBC.
"Con la retirada de la estatua, empezamos un nuevo capítulo en nuestra historia en el que aprendemos de los errores del pasado para que no estemos condenados a repetirlos”, añadió Solís.
La primera celebración sin Colón
En agosto de 2017, el concejal O’Farrell, que desciende de la tribu Wyandotte de Oklahoma, llevó esas reivindicaciones al plano institucional y logró que el Ayuntamiento de Los Ángeles aprobara cambiar el nombre a la fiesta del Día de Cristóbal Colón, una fiesta federal que se celebra desde 1937 el segundo lunes de octubre.
Ahora, en Los Ángeles se conmemora el “Día de los pueblos indígenas, aborígenes y nativos”. La primera celebración sin Colón fue el pasado octubre.
“Este es un paso natural en la eliminación del falso relato de que Cristóbal Colón descubrió América”, dijo O’Farrell. “Colón en persona fue responsable de atrocidades y sus actos pusieron en marcha el mayor genocidio de la historia. Su imagen no debería ser celebrada en ningún sitio”.
Un año después, la ciudad californiana eliminó la imagen del descubridor después de que diversos grupos de indígenas llevaran años protestando por la celebración de este pasado, que consideran el principio de un genocidio masivo que acabó con su modo de vida.
Por esa razón, la ceremonia de retiro de la escultura congregó al menos a un centenar de personas; dentro de ellos estuvieron presentes los miembros de la tribu Gabrielino-Tongva del sur de California quienes interpretaron una canción tradicional en honor a sus ancestros.
Masacre en América
La imagen tradicional del explorador ha ido cambiando en las últimas décadas, para convertirse del "noble navegante que quería demostrar que la Tierra era redonda” a la del responsable de reducir una población de 300 mil indígenas a 60 mil en tan solo unos años.
En 1548, 56 años después del descubrimiento del descubrimiento de América, solo quedaban 500 indígenas viviendo en la isla que les fue arrebatada. Reducir de 300 mil a tan sólo 500 seres humanos habla de algo peor que una masacre.
Algunos de los documentos que dejan ver los horrores que vivieron los habitantes de La Española cuando los Colón fueron gobernadores y máximas autoridades, vienen de Bartolomé de las Casas, fraile que llegó a la Española en 1502, que detalló cómo los españoles trataron a los indígenas durante los años que duró la conquista de la isla.
Allégase a esto que uno de los españoles que se habían hallado en hacer las matanzas y estragos crueles que se habían hecho en estas gentes, mató su mujer a puñaladas, por sospecha que de ella tuvo que le cometía adulterio, y ésta era de las principales señoras naturales de la provincia de la Vega.
Al llegar las incontables historias de violación, esclavitud, explotación y asesinato de indios y españoles a oídos de la reina Isabel I de Castilla, ésta horrorizada por lo que pasaba en La Española, ordenó el arresto de Colón y su deposición como gobernador de la isla.
Colón murió en 1506, pero hoy cada vez más historiadores se convencen que Cristóbal, más que un navegante comprometido con la verdad y la ciencia, fue un tirano.
Dato:
La figura de Cristóbal Colón también estuvo a punto de desaparecer de uno de los lugares más prominentes que ocupa en Estados Unidos, en el centro de Nueva York. La ciudad estudió durante tres meses retirar la estatua hasta que decidió dejarla en su sitio.
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