Con amenazas, autoridades brasileñas buscan trasladar a indígenas migrantes hacia un lugar que, según denuncian, no cuenta con las condiciones mínimas para vivir de manera digna.
Servindi, 12 de noviembre, 2020.- Al menos 300 personas del pueblo Warao, asentados en la comunidad de Ka ́Ubanoco, ciudad brasileña de Boa Vista, se encuentran en grave peligro tras recibir amenazas de desalojo.
Los indígenas venezolanos que llegaron hasta ese lugar hace dos años, alertan que vienen siendo amenazados con ser desalojados por la Secretaría del Trabajo y Bienestar Social (SETRABE) y el Ejército brasileño.
Aunque aseguran no oponerse al traslado, denuncian que el proceso se lleva de una forma arbitraria e inconsulta, y que el lugar a donde pretender llevarlos, no cuenta con las condiciones mínimas para vivir de manera digna.
Bajo amenazas
La situación de vulnerabilidad en la que se encuentra el pueblo Warao ha sido alertada, a través de un comunicado, por la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica).
La organización cuenta que, en el 2018, un grupo de indígenas del pueblo Warao de Venezuela, tuvo que trasladarse hacia Brasil a causa de las graves violaciones a los derechos humanos que se cometían en su país de origen.
Al llegar a Brasil, en evidente situación de necesidad, muchos de ellos decidieron establecerse en la actual comunidad de Ka ́Ubanoco, ubicada en la ciudad de Boa Vista.
Sin embargo, en los últimos meses, la Secretaría del Trabajo y Bienestar Social (SETRABE), junto al Ejército brasileño, han realizado visitas a la comunidad con la intención de desalojarlos, advierte la Coica.
“Estas visitas se han realizado con intimidación y amenazas para asustarlos y obligarlos a ir a un abrigo llamado Jardín Floresta, el cual es un paredón donde las condiciones no son dignas para vivir”, señala la organización indígena.
En dicho lugar, agregan, se limita el acceso a la luz y se mantiene a los habitantes sin recibir higiene por periodos largos de tiempo.
Además, no contaría con áreas verdes ni espacios adecuados que les permita a los indígenas desarrollar manifestaciones culturales, sociales y económicas, de acuerdo a su identidad.
Aunque en setiembre llegaron hasta la zona para advertirles que serían desalojados el 28 de octubre, la fecha ha sido aplazada hasta diciembre del presente año, debido al rechazo de la población y las reuniones sostenidas con el Ministerio Público General.
Indígenas Warao de Venezuela migraron hacia Brasil en el 2018. Foto: Reuters / Andrés Rojas
Piden un proceso adecuado
Mediante el comunicado, la Coica aclaró que el pueblo Warao no se opone al traslado, sino a la forma irregular en cómo se viene desarrollando el proceso.
“El descontento se genera por la forma arbitraria e inconsulta en la que los quieren obligar a desalojar su comunidad y además existe el malestar evidente respecto al lugar designado para su reubicación”, apunta la organización.
En ese sentido, expresaron su preocupación por la situación y consideraron que “es indispensable que el Estado brasileño respete y garantice el derecho al territorio, al consentimiento y consulta previa, libre e informada”.
Todo ello, en cumplimiento con los derechos reconocidos en diversos instrumentos internacionales como la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Convenio 169 de la OIT.
Así como de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y, los diversos informes y pronunciamientos de la Comisión Interamericana a favor de los pueblos indígenas y las personas refugiadas.
Por último, hicieron un llamado a los organismos y la comunidad internacional a mantenerse atentos de las acciones que se tomen frente a esta situación.
Ello, con el fin de evitar que se vulneren los derechos de los pueblos indígenas, aún más tomando en cuenta el contexto actual de crisis generada por la Covid-19.
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Lea aquí el comunicado completo de la Coica:
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