Indígenas brasileños denuncian ante Consejo de Derechos de la ONU que grupos fundamentalistas incendian sus centros sagrados.
Servindi, 12 de marzo, 2022.- El pueblo Guaroní Kaiowá denunció ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la violencia que sufren de parte grupos religiosos en el estado de Mato Grosso, Brasil.
Durante la 49 sesión en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, se expuso cómo los templos de este pueblo indígena son incendiados y destruidos por grupos fundamentalistas.
“Cada día, iglesias evangélicas invaden nuestro territorio, dejando una estela de exterminio cultural. Quemar una casa de oración representa una violencia tan profunda que afecta a nuestro cuerpo, mente y alma”, indicó Tatiane Sanches, representante Guarani Kaiowá.
Denuncia internacional
Realizada el 10 de marzo, la intervención de Sanches se dio en el marco de una reunión interactiva con el relator Relator Especial de la ONU sobre libertad de religión, Ahmed Shaheed.
En un breve y alarmante mensaje, la representante guaraní kaiowá incidió en las implicancias que tienen estos crecientes actos de violencia sistemática para la cultura milenaria de su pueblo.
“Nuestras familias y líderes religiosos están siendo perseguidos por religiosos pentecostales fundamentalistas que violan nuestros derechos, cuerpos, mentes y casas sagradas”, alertó Sanches.
Como resumió, ha habido un incremento de estos casos en los últimos tres años, en coincidencia con el inicio del gobierno de Bolsonaro.
“En 2019, el primer año de gobierno de Bolsonaro, tuvimos una de estas casas más grande de mi pueblo incendiada criminalmente por partidarios del gobierno”, sostuvo Sanches quien agregó que en 2020 se incendiaron tres de estos centros.
Entre los templos quemados en 2020, se encontraba el que dirigía su abuela y líder religiosa, Roberta Ximenes. Producto del hecho, se perdieron objetos sagrados con una antigüedad de más de 200 años.
Mientras que en 2021, otras ocho casas de oración fueron destruidas como parte de estos actos de intolerancia religiosa contra el pueblo Guaraní Kaiowá.
“Por todo esto, mi pueblo pide al relator que interrogue a Brasil por sus acciones para proteger nuestras casas de oración y sobre lo que ha hecho para condenar todos estos actos contra las creencias de mi pueblo”, finalizó Sanches.
Grupos vulnerables
El mismo día, el relator Ahmed Shaheed, presentó su informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde hizo énfasis en los casos de violencia contra minorías religiosas en situaciones de conflicto.
El informe, que analiza las experiencias de minorías religiosas y de creencias en contextos de conflictos e inseguridad en el mundo, también se refiere a las amenazas de grupos vulnerables.
“Los más marginados políticamente son particularmente susceptibles a una creciente inseguridad, ya que la violencia y la discriminación representan con frecuencia una continuación en lugar de una ruptura con la historia reciente”, señaló Shaheed.
“A menudo agravan la vulnerabilidad basada en la religión o las creencias y otros identificadores, como el origen étnico, la raza y el género”, agregó.
(1/5) In his report to #HRC49 #SR @ahmedshaheed maps diverse experiences of #Religious and #Belief #Minorities during situations of #Conflict or #Insecurity. He proposes recommendations to lay the groundwork for inclusive #Peacebuilding efforts.
Report: https://t.co/whSs7nJ3eC pic.twitter.com/3DWb5Ebvpu— Universal Rights Group (@URGthinktank) March 10, 2022
Creciente violencia
Como destacó un reportaje de O Globo, los ataques a las casas de oración representan una problema del que el pueblo indígena Guaraní Kañiowá es la principal víctima.
En estas casas de oraciones, los guaraní kaiowá realizan ceremonias de curación y de reconciliación con la naturaleza. Sin embargo, algunos grupos pentecostales los asociarían con la brujería, según expertos.
“La casa de oración no es un mero templo, en el sentido que le dan otras religiones. Es una casa de educación, transmisión de conocimientos, tradición y profundización de las relaciones sociales”, declaró a O Globo, Gustavo Soldati Reis, doctor en ciencias religiosas.
Como recuerda el medio, Mato Grosso se encuentra entre los tres estados que registran más violencia contra indígenas en los últimos años, con miles de asesinatos y falta de reconocimiento de territorios indígenas.
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