Por Lourdes García U.
Servindi, 12 de febrero, 2019.- El fin de semana, la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) por Decreto Supremo, declaró en Estado de Emergencia a cinco departamentos del Perú: Pasco, Arequipa, La Libertad, Áncash y Lima, ante las intensas precipitaciones pluviales que caen sobre dichas regiones.
Las provincias más afectadas y en peligro inminente son: Pataz en el departamento de La Libertad; Sihuas y Pomabamba en el departamento de Áncash; Canta, Huarochirí y Lima en el departamento de Lima; Oxampampa, Daniel Alcides Carrión y Pasco en el departamento de Cerro de Pasco y Arequipa, Castilla y Condesuyos en el departamento de Arequipa.
Por su parte, el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), por medio del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), recomendó medidas de protección y preparación para la población ante el aviso del SENAMHI sobre el incremento de precipitaciones en la sierra y aumento de vientos en la costa.
Cabe destacar que otros de los departamentos declarados en Estado de Emergencia son: Loreto, Moquegua y Tacna; mientras que Lambayeque, Ica, San Martín, Madre de Dios, Cajamarca, Huánuco, Junín, Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Cusco y Puno se encuentran en estado de alerta.
Alerta y reporte de zonas afectadas
Según el SENAMHI, desde el día lunes 11 hasta el 14 de febrero, habrá un gran incremento de vientos sobre la costa, desde Lambayeque hasta Piura, presentando velocidades más intensas en la costa central.
Asimismo, se prevé incremento de polvo y arena y reducción de la visibilidad principalmente en la costa de Ica y lloviznas, nieblas y neblinas en el litoral peruano.
Los últimos días, se presentaron emergencias en Puno, por el desborde del río Ramis; en Moquegua, por las intensas lluvias; en Mirave, Tacna, por los huaycos y en Aplao, Arequipa también por huaycos.
Ante ello, INDECI exhortó a las autoridades locales y regionales de Defensa Civil, a mantenerse activos y en coordinación permanente para facilitar las acciones de respuesta y rehabilitación ante emergencias y desastres que puedan ocurrir en muchos distritos y regiones del país.
Niño Modoki el motor del cambio climático
A pesar de que no se ha pronosticado un fenómeno El Niño para el 2019 tan devastador como sucedió en el 2017, el país está siendo afectado por torrenciales lluvias tanto en la zona costera como en la sierra y la selva.
El Fenómeno El Niño, que se presenta en nuestro litoral todos los veranos, se caracteriza principalmente por un aumento generalizado de la temperatura del mar hacia la zona sur, producido por las ondas Kelvin provenientes del Ecuador.
Sin embargo, especialistas sugieren que Perú está experimentando la presencia de “El Niño Modoki”, un fenómeno oceánico-atmosférico, también producido en las aguas del Pacífico.
Según la tesis doctoral "La señal de El Niño Modoki en la estratósfera" de Isabel Zubiaurre Molina (Madrid, 2017), en el año 2003 la Administración Estadounidense del Océano y la Atmósfera (NOAA) definió El Niño como el fenómeno en el Pacífico ecuatorial caracterizado por un aumento de la temperatura superficial del mar, con respecto a la media, de 0.5 ºC en la región del centro del Pacífico (120 W - 170 W).
No obstante, en el episodio El Niño ocurrido en 2004 el calentamiento se extendió más hacia el oeste —alcanzando valores máximos en torno a la línea de cambio de fecha— mientras que las temperaturas en el Pacífico este y oeste eran más bajas de lo normal.
La solución que se planteó fue redefinir o renombrar dicho fenómeno, utilizando el término "El Niño Modoki", que en japonés significa “similar pero diferente”. Así, para diferenciar este fenómeno de "El Niño" tradicional, este último se pasó a denominar "El Niño Canónico".
“En la atmósfera hay cerca de 50 milímetros de agua precipitable, que alcanza el nivel de 12 años de lluvia acumulada y es a lo que apuntan todos los modelos climáticos. El Niño Modoki es similar al Niño (Canónico), pero las características son diferentes”, mencionó el especialista Javier Núñez Andrade en declaraciones para el diario Expreso.
El Niño Modoki, se diferencia del fenómeno El Niño Canónico, porque el calentamiento de sus aguas ocurre en la parte central del océano, extendiéndose hasta los 100 metros de profundidad, siendo muy difícil de predecir.
Este fenómeno, aunque aún no se ha identificado con certeza su presencia en el Perú, se conoce a nivel global desde el año 1850.
Se caracteriza por presentar un núcleo de anomalías cálidas en la temperatura de la superficie del mar en el centro del océano Pacífico tropical con ramificaciones atmosféricas, mayores olas de calor, corrientes de chorros anómalos, temperaturas de la atmósfera iguales o superiores a las del mar.
También es biotérmico, es decir, seco y lluvioso a la vez y es considerado "el motor del cambio climático", según afirmó Núñez Andrade.
Además, en el Niño Modoki, aparte de presentar anomalías cálidas, muestra dos centros de anomalías frías en el este y en el oeste del Pacífico tropical. Asimismo, producto de esta anomalía climatológica, las lluvias que lo acompañan pueden extenderse hasta el mes de junio demorando con ello la llegada del invierno en el hemisferio sur.
Los especialistas aseguraron que El Modoki que parece estar presentándose en nuestras costas, podría ser el más fuerte de los últimos tiempos.
"Es bastante preocupante porque se podrían sumergir ciudades enteras, como en el 2017. Es El Niño más poderoso desde 1881, a eso es lo que nos enfrentamos", alertó el analista.
Gestión de riesgo de desastres y el ordenamiento territorial
La Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN), publicó un comunicado oficial el 8 de febrero del presente, donde advierten a la población que se mantiene activo el estado de alerta.
De acuerdo a sus monitoreos, el ENFEN indicó que El Niño, de magnitud aún débil, se mantiene esperado el arribo de una onda Kelvin cálida para el mes de marzo.
Además, se espera que continúe el debilitamiento de los vientos alisios —vientos que soplan constantemente en verano—.
"En lo que resta del verano, en la costa norte y centro del Perú se mantendrían las anomalías positivas de la temperatura del mar y del aire", reportan.
"Frente a este escenario, es más probable, particularmente en marzo, la ocurrencia de días lluviosos en zonas puntuales de la costa norte y centro, más no extraordinarias como en los años 1983, 1998 y 2017", menciona líneas del comunicado.
A pesar de ello, debemos reconocer que el país no está preparado para soportar otro fenómeno climatológico tan complejo como "El Niño Modoki", debido a la inexistencia de una política de prevención de desastres en el país.
El Ordenamiento Territorial (OT), es una megapolítica estatal enfocada a la ocupación ordenada y uso sostenible del territorio, la regulación y promoción de la localización y el desarrollo sostenible de los asentamientos humanos, considerando criterios ambientales, económicos, socioculturales, institucionales y geopolíticos.
Este ordenamiento, sustentado en ocho principios fundamentales, responde a unos lineamientos de políticas públicas que en conjunto hacen posible también el desarrollo integral de la persona como garantía para una adecuada calidad de vida.
Según José Luis Capella, Magíster en Ciencia Política y Gobierno con mención en Políticas Públicas y Gestión Pública, el fin principal del OT es aportar con información y planificar la toma de decisiones públicas sobre el territorio, sobre los ecosistemas, las ciudades, sobre el país.
"Es decidir inversiones, entregar derechos y decidir usos en base a información y en base a la ciencia. Encontrando un balance que favorezca a las presentes y futuras generaciones. Darle sentido al rol del Estado, o más precisamente, al Gobierno con el que firmamos un contrato social para vivir de acuerdo a un Estado de Derecho".
Por esa razón, es que el OT se vuelve fundamental tanto para la prevención de desastres y la gestión de riesgos de desastres (GRD), así como para el proceso de reconstrucción que viene atravesando el país: “Reconstrucción con cambio” (Ley 30556).
Ello, dado a que puede conducir a revertir el desorden que provoca peligros y nos somete a desastres, no solo naturales sino sociales.
Sin embargo, la institución de este ordenamiento territorial en nuestro país, se ha vulnerado desde el 2017, cuando se aprobó el Reglamento de Organización y Funciones del Ministerio del Ambiente (ROF del MINAM).
El Ejecutivo, decidió quitarle al MINAM la competencia sobre el ordenamiento territorial, regulando que desde la fecha, éste se encargaría del “Ordenamiento Territorial Ambiental" (OTA).
Desde ahí el OT, como herramienta transversal, se encuentra debilitado, sin poder contribuir con la formulación y actualización permanente de los planes y estrategias en criterios de prevención, manejo de riesgos y remediación de los daños causados por los desastres naturales.
Más información:
El ENFEN continuará monitoreando e informando sobre la evolución de las condiciones, actualizando las perspectivas quincenalmente. El próximo comunicado será emitido el día 22 de febrero de 2019.
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— Servindi (@Servindi) 11 de febrero de 2019
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