La rotura de los dos oleoductos más importantes de Ecuador alertó a las autoridades peruanas debido al impacto que podría tener el crudo en el río Napo, fuente de vida para diversas comunidades indígenas en Loreto.
Servindi, 10 de abril, 2020.- El derrame de petróleo producido cerca a la cascada San Rafael, en Ecuador, a una distancia aproximada de 300 kilómetros de la frontera peruana, podría poner en riesgo la salud de las comunidades indígenas asentadas a orillas del río Napo, en Loreto.
Así lo advirtió la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio) tras tomar conocimiento de la rotura del Sistema de Oleoductos Transecuatoriano (SOTE) y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), los dos oleoductos más importantes de Ecuador.
La rotura de ambos oleoductos destinados a transportar en suma 810 mil barriles de petróleo, se registró la noche del lunes 6 de abril luego de que un río socavó la ladera montañosa en donde se sostenían las tuberías.
Pese a que se informó sobre la activación de un plan de contingencia para contener y remediar los daños, los técnicos no pudieron evitar que una cantidad no especificada de crudo cayera al caudal del río Quijos y, posteriormente, al caudaloso río Roca.
Ante este hecho, las autoridades del Perú iniciaron acciones para recabar información exacta al respecto, debido a que los deslizamientos en el río Roca podrían haber afectado la zona peruana por la cuenca del río Napo.
«El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) viene realizando las coordinaciones pertinentes, a través del Ministerio del Ambiente y la Cancillería, con las autoridades ambientales del vecino país a fin de obtener información precisa sobre el impacto de la emergencia ambiental», informó esta noche el gobierno peruano.
Afectación a comunidades indígenas
Aunque las autoridades peruanas aún no han certificado impactos del crudo en el río Napo, un informe publicado el 8 de abril por el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (Caaap) asegura que el petróleo derramado ya está afectando a las comunidades kichwas del Napo, en suelo peruano.
«Según manifestaban pobladores locales del otro lado de la frontera, el crudo continuaba avanzando a gran velocidad. Tanto así que, según la información facilitada desde las comunidades kichwas del Napo (en la parte de Perú) a responsables del Vicariato de San José del Amazonas, la afectación ya es una realidad. El crudo ya llegó a territorio peruano», indica la institución.
Si bien este hecho no ha sido confirmado por las autoridades, la afectación a las comunidades indígenas cercanas al río Napo no deja de ser un riesgo latente, sobre todo si se considera que, en lado ecuatoriano, ya se están sufriendo las consecuencias.
Así lo asegura la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) que señaló que «no solo hay daño ambiental, sino 2500 familias de 120 comunidades afectadas, soportando más riesgos en medio de la pandemia por COVID-19».
En esa misma línea declaró el presidente de la comunidad de Panduyaku en la provincia de Sucumbíos, Holger Gallo, quien aseguró que las comunidades indígenas se sienten afectadas.
«Las comunidades indígenas nos sentimos afectadas porque nuestro sustento está basado en la caza y la pesca y observamos como el río está contaminado», dijo Holger Gallo a Reuters.
Pese a esto, la versión de las autoridades peruanas es que, hasta el momento, el derrame no ha generado impacto ambiental en sus territorios.
El Gobierno Regional de Loreto informó que, a través de la Capitanía de Puerto de Iquitos (capital de la región), se ha coordinado la colocación de barreras de contención, para evitar el avance del crudo a territorio peruano.
«En el caso que hubiera afectación en territorio peruano, que corresponde a la cuenca del río Napo, deberá implementarse el Plan de Acción o Plan de Contingencia Nacional por las instancias competentes a fin de lograr la contención del crudo y su posterior recojo», indicó la institución.
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