Servindi, 9 de enero, 2021.- “Nos encontramos en un momento muy peligroso de la pandemia de COVID-19 y la gente no puede estar complacida por el hecho de que se estén desplegando las vacunas”.
Tedros atribuye ese incremento a los comportamientos individuales y al hecho de que en las últimas semanas las sociedades de muchos países no cumplen las recomendaciones de las autoridades sanitarias. “El virus se ha aprovechado de esto y se está propagando a un ritmo alarmante en algunos países”, aseguró Tedros. El funcionario insistió hasta la saciedad en que “las personas necesitan ser conscientes de que pueden detener personalmente el virus y necesitan ser conscientes que el virus puede detenerlas a ellas”. “Ninguno de nosotros es excepcional y cuanto más podamos romper las cadenas de transmisión y detener el virus nosotros mismos, más evitaremos casos graves y muertes trágicas”, afirmó. Tanto Michael Ryan, director del área de emergencias de la Organización, como la experta epidemióloga de la Organización, María Van Kerkhove, coincidieron con el responsable de la OMS. Ellos aseguraron que, más allá de que las nuevas variantes del virus sean más infecciosas, “son nuestros comportamientos individuales” los que están contribuyendo a que se intensifique su propagación. La vasta mayoría de la población del planeta continúa susceptible de ser contagiada, explicó Ryan. Aunque no existen estadísticas fiables, la cifra de personas que aún pueden contraer el virus podría ser hasta de “tres cuartas partes de la población” mundial. “Este incendio del virus va a continuar ardiendo hasta que extingamos el fuego. Podemos hacerlo ahora mismo aplicando medidas individuales, medidas colectivas y medidas gubernamentales" añadió Tedros. "Las vacunas proveerán una gran oportunidad de salvar vidas y a la larga de acabar con la transmisión. Pero ese día no ha llegado todavía y necesitamos ganar tiempo. Ganar tiempo y salvar vidas hasta que ello ocurra”. Entre las herramientas individuales que tenemos para parar la pandemia, Van Kerkhove destacó el distanciamiento físico, el uso de la mascarilla, el no participar en actos sociales y el aislamiento cada vez que alguien tenga la sospecha o la confirmación de que tiene el virus. Bruce Aylward coincidió con su colega Ryan al explicar que las vacunas tienen como principal función “salvar vidas de las personas mayores y las de los que están en el frente de la lucha contra la pandemia". "Pero de momento no la de parar la pandemia. No se verá ningún resultado en ese sentido hasta que pasen al menos seis meses”. Ante esa posibilidad, Ryan indicó que “no podemos dejarlo todo a las vacunas porque para entonces se habrán producido demasiadas muertes y demasiada gente habrá sufrido por la enfermedad”. Según datos de la OMS actualmente 42 países están implementando la vacunación segura y efectiva. De estos, 36 son países de ingresos altos y seis son países de ingresos medios. Por tanto, existe un problema claro de que los países de ingresos bajos y medios aún no están recibiendo la vacuna, observó Tedros. Esa carrera está subiendo los precios de las vacunas y pone en riesgo a las personas más pobres. Además, es una estrategia que puede llevar a la derrota de todos, pues se le dará al virus la oportunidad de mutar. “El nacionalismo de vacuna nos lastima a todos y es contraproducente. Por el contrario, la vacunación de manera equitativa salva vidas, estabiliza los sistemas de salud y conduciría a una recuperación económica verdaderamente global que estimule la creación de empleo”, aseguró Tedros. Advirtió que “es importante destacar que también nos ayudaría a limitar la posibilidad de que el virus mute. Las variantes actuales muestran que el virus está haciendo todo lo posible para adaptarse a la circulación en curso dentro de la población humana". "Esto es normal en todos los virus, pero en la actualidad lo ayudamos a prosperar si no reducimos la transmisión y no vacunamos de manera equitativa” explicó Tedros. En el futuro, quiero que los fabricantes den prioridad al suministro y la implementación a través del mecanismo internacional COVAX, la iniciativa de la OMS para el desarrollo y distribución equitativa de vacunas contra el COVID-19. “Insto a los países que han contratado más vacunas de las que necesitarán y están controlando el suministro mundial, a que las donen y las entreguen a COVAX de inmediato, que está listo ya para desplegarlas rápidamente”, dijo Tedros. A este respecto, Ryan comentó: “No queremos ver la perspectiva de que grandes proporciones de la población han sido vacunadas en unos países y nadie en otros". "La gente que tiene más probabilidad de morir por esta infección no es todo el mundo en todos los países, sino los grupos que están en riesgo, por su edad y las personas vulnerables que pueden enfermar gravemente y los trabajadores de la salud que están expuestos a este virus”. Finalmente, concluyó: “Hemos pedido en muchas ocasiones no politizar la pandemia, no politicemos ahora la vacuna”. --- La vacuna contra el COVID-19 que desarrolla la Universidad de Oxford ha sido aprobada para su uso en el Reino Unido. Foto: John Cairns / Universidad de Oxford
Rompamos las cadenas de transmisión
Necesitamos ganar tiempo para salvar vidas
Doctores hablando con la madre de un niño de nueve años en un Centro de Terapia Antirretroviral (TAR) de un hospital de Mumbai (India). UNICEF/Hiraj Singh
Nacionalismo de vacuna
Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud han sido fundamentales en el hospital Juárez de la Ciudad de México. Foto: Gabriela Ramirez / ONU México
No politizar la vacuna
Con información de ONU Noticias
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