Semanario del periodista César Hildebrandt pide el apoyo de sus lectores ante la piratería que ha mermado las cuentas del medio.
Servindi, 4 de noviembre, 2023.- Un llamado a sus lectores hace el semanario político y de investigación dirigido por César Hildebrandt que hoy atraviesa uno de sus momentos más difíciles en términos económicos y de acecho.
La piratería de la revista ha mermado las cuentas del medio que no tiene publicidad y sobrevive solo con el pago de sus lectores, por lo que ahora piden una colecta para poder continuar con su trabajo.
Si desea colaborar con el equipo que cada viernes ofrece un semanario decente de información, puede yapear una suma voluntaria al número 975 525 500 a nombre de Plutón Editores S.A.C.
También puede apoyar al medio comprando cada viernes el semanario en los quioscos de periódicos (al precio de 6 soles) o suscribiéndose de manera virtual en https://www.hildebrandtensustrece.com/
“Este periodismo cercado necesita ahora, más que nunca, de sus lectores. Queremos seguir cumpliendo con nuestra tarea. Ayúdanos a continuar”, indica un mensaje de la revista difundido en las últimas semanas.
Esta es la primera vez, en más de diez años de vigencia, que el semanario del reconocido periodista César Hildebrandt hace un pedido como este, lo que exhibe el difícil momento que atraviesan.
Las cuentas del medio sufren un duro golpe en gran parte por la piratería de la revista que se ha ampliado y que vendría siendo impulsada por actores que quisieran ver cerrar el semanario.
En una reciente columna, la editora general Rebeca Diz denunció que tienen indicios de que este golpe bajo es promovido por agentes del Congreso y de algunos ministerios del Gobierno.
“Ni el gobierno ni los grandes intereses nos quieren. Tampoco los políticos corruptos, los empresarios que cortan el jamón, los partidos políticos de fachada, las fuerzas del orden implicadas en denuncias sobre derechos humanos violentados”.
“Todos ellos nos quisieran desaparecer y por eso esperan, con alegría, que la piratería sistemática de nuestros contenidos y el descenso de poder adquisitivo de la gente terminen con esta aventura empezada en 2010”, señalan.
Ni el reglaje que denunciaron periodistas del medio ni la bravuconería de la Policía que le pide a Hildebrandt revelar sus fuentes han detenido la labor de esta revista. Que las cuentas no sean una excepción.
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