Servindi, 5 de febrero, 2019.- Construcción del puerto de Paracas genera tensión en la población debido a que las autoridades decidirán, en las próximas semanas, si es que se modifica el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para permitir la recepción de concentrados minerales en la Reserva Nacional.
La solicitud del concesionario del puerto de Paracas, formado por las empresas brasileñas Pattac y Tucumán, y las españolas Servinoga y Fortesolo, se viene analizando en el Ministerio del Ambiente (MINAM), por medio del Servicio Nacional de Certificación Ambiental (SENACE), desde junio del año pasado.
La construcción del nuevo puerto en Paracas se anunció en el 2014 por Carlos Paredes, ministro de Transportes en ese entonces, quien manifestó que el antiguo puerto se convertiría en un megaterminal de contenedores.
Vecinos se oponen a la aprobación del nuevo EIA
Se trata de una modificatoria motivada por la demanda de usuarios mineros que están en la zona de influencia
En febrero de 2018, el consorcio encargado de la concesión, solicitó que se modifique su EIA para construir un almacén de concentrados de minerales —que incluyen cobre, zinc y plomo—.
Esta medida alarmó y generó tensión en la población y en los operadores de turismo, debido a que los camiones y volquetes que trasladarían el mineral hasta el puerto, atravesarían la Reserva Nacional de Paracas.
En declaraciones para el diario Perú21, Sergio Nicheli, gerente general del Terminal Portuario de Paracas, dijo que “se trata de una modificatoria motivada por la demanda de usuarios mineros que están en la zona de influencia”.
Jorge Arce Almenara, presidente ejecutivo del terminal portuario de Paracas, argumentó que no trabajarán con plomo, pero sí con minerales como el cobre y el zinc.
"Hemos decidido usar una tecnología hermética para manejar los concentrados de minerales. Durante todo el proceso, desde las minas al puerto, el mineral estará lacrado", mencionó Arce Almenara en la entrevista para el diario.
Por su parte, el biólogo Stefan Austermühle, de la asociación Mundo Azul, adviritó que “hay una preocupación por el medio ambiente, que es la base para el turismo en el área protegida más antigua del Perú. Es imposible controlar al 100% los polvos de minerales con el viento que hay en Paracas”.
Hay una preocupación por el medio ambiente, que es la base para el turismo en el área protegida más antigua del Perú. Es imposible controlar al 100% los polvos de minerales con el viento que hay en Paracas
Alteración del ecosistema
Actualmente, existe una carretera que pasa muy cerca de una zona de la reserva conocida como El Sequión, lugar de anidamiento de aves; en esta carretera fluctúan todo tipo de transportes, desde bicicletas y cuatrimotos hasta buses turísticos, camiones y volquetes.
A pesar que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), presentó un proyecto de un tramo alternativo para alejar la vía de la zona hotelera, hasta el momento no se contempla alejarla también de los gaviotines y flamengos que por años han tenido a El Sequión como lugar de descanso.
“Son 250 metros de distancia entre la carretera y El Sequión. Aquí descansa el 30% de todas las aves protegidas de la reserva”, manifestó Austermühle, para Perú21.
La empresa plantea como solución mover a las aves a otra área donde puedan anidar tranquilamente.
"Hemos presentado un plan de manejo del gaviotín tomando como ejemplo Chile. Lo que se hizo es mover al gaviotín para que anide unos metros más allá fuera de la zona de la bahía. Tenemos todo un plan para evitar una afectación", declaró el presidente ejecutivo.
El MTC, el 21 de enero, le ha pedido al Servicio Nacional de Parques que evalúe la propuesta para la vía alterna, tratando de calmar la tensión que hay entre los vecinos.
La Reserva Nacional de Paracas
La Reserva Nacional de Paracas (RNP) es una de las dos Áreas Naturales Protegidas (ANPs) que protege muestras representativas de ecosistemas marino-costeros del Perú.
Su importancia radica en que protege una gran diversidad biológica indispensable para el mantenimiento de diversos ciclos biológicos que garantizan la conservación de las especies, al igual que genera ingresos económicos a miles de pobladores.
Asimismo, protege en su interior diversos restos arqueológicos de la cultura Paracas asentada en gran parte de esta importante reserva.
Está ubicada en parte de los distritos de Paracas y Salas, pertenecientes a las provincias de Paracas e Ica respectivamente, en el departamento de Ica, contando con una extensión de 335,000 hectáreas, de las cuales el 35% pertenecen a tierra firme e islas y el 65% a las aguas marinas, según indica el Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado (SENARP).
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Con información de Perú21: https://peru21.pe/politica/trabajaremos-plomo-cobre-zinc-entrevista-457392
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