
Abandono absoluto. Indígenas viven aislados, pero no cuentan ni con pruebas, mascarillas y médicos para la atención de pacientes con COVID-19.
Servindi, 2 de julio, 2020.- Pese a haberse aislado voluntariamente hace casi un mes y medio, los indígenas ulwas, asentados en el litoral Caribe de Nicaragua, reportaron la muerte de ocho de sus miembros que padecían síntomas de la COVID-19.
En diálogo con la agencia Efe, Haydée Bautista, integrante de una familia ulwa, contó que cuando se declaró la cuarentena en Nicaragua, el pasado 21 de mayo, la transmisión del virus ya era comunitaria.
Fue por eso que la Junta Directiva del Gobierno Comunal en el municipio de Karawala, donde reside la mayoría de ulwas, decidió declarar desde ese día una estricta cuarentena apelando a una cláusula de autonomía.
Esta cuarentena incluía la suspensión de actividades sociales y la conexión con el resto del país, algo que las autoridades del Gobierno Central no respetaron, según denuncia Bautista.
Señaló que mientras la gente indígena cumplía con la cuarentena, «la gente (no indígena) siguió viajando de Bluefields a la Desembocadura de Río Grande de Matagalpa».
Haydée Bautista, quien perdió a su mamá y a su tío por el virus, agrega que muchos jóvenes también fueron afectados, pero ya se vienen recuperando con medicina natural tradicional.
Piden ayuda sanitaria
En Nicaragua, país que ya ha reportado oficialmente más de 2.500 contagios de COVID-19 y 83 muertes, la situación es aún más difícil para los pueblos indígenas, de quienes no se tiene si quiera un registro.
Bautista aseguró que el Ministerio de Salud, con sede en Managua, no les envía pruebas para descartar o confirmar más casos.
Además de ello, los ulwas también necesitan mascarillas, desinfectantes, alcohol gel, y médicos especialistas, no solamente en Karawala, sino también en Sandy Bay, Kukra Hill y otras comunidades, señala Bautista.
A pesar de que oficialmente los ulwas confirman una comunidad de 2.000 habitantes, Bautista señaló que solo en Karawala hay 4.500.
Además de los ulwas, otras dos poblaciones indígenas de Nicaragua han declarado la cuarentena en sus territorios.
Se trata de los Awas Tingni Mayagna Sauni Umani (AMASU), establecida en el noreste, y el Gobierno Territorial Rama y Kriol (GTR-K), ubicada en el sureste.
La situación no es para menos. Una red de médicos agrupados en el independiente Observatorio Ciudadano COVID-19, estima cifras de contagio que superan las 6.000 personas y los 1.800 fallecidos.
Por lo pronto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) ya han expresado su preocupación por lo que viene ocurriendo en dicho país.
• Con información de: Infobae
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