Por Ollantay Itzamná*
2 de mayo, 2018.- La nota pública de condolencia y solidaridad enviada por la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) a los familiares del difunto ex Presidente Álvaro Arzú, firmante de los incumplidos Acuerdos de Paz (1996), evidencia que no existió enemistad alguna entre la opulenta oligarquía y la cúpula de los grupos guerrilleros que capitularon ante Arzú.
La URNG articuló a los cuatro grupos guerrilleros existentes en Guatemala en 1982. En 1996 firmó los Acuerdos de Paz con Arzú y su ejército, luego de 36 años de guerra interna que segó más de 200 mil vidas. En 1999 se constituye legalmente en partido político bajo el mismo nombre. Desde entonces, jamás dejó de tener diputados en el Congreso de la República, y en algunas ventanillas del Estado que lo derrotó.
Este partido político que monopolizó el discurso y privilegios “de izquierda” nacional por casi dos décadas, jamás se opuso a la implantación del sistema neoliberal en Guatemala. Más por el contrario, sus diputados en el Congreso de la República apoyaron, con sus votos y/o abstenciones, diferentes políticas de privatización y/o endeudamiento del país. Hasta ganarse el apelativo popular de izquierda neoliberal, junto a las otras representaciones de izquierda.
En una entrevista, en 2013, el único Diputado Carlos Mejía, de la URNG, ante mi pregunta de por qué no apoyaban a los movimientos indígenas que exigían el debate y revisión de los contratos de privatización, me respondió tajante: “ese asunto ya está definido en el país. Como partido no lo vamos a tocar”.
Álvaro Arzú, fue el gobierno que inició la implementación de las políticas neoliberales del Consenso de Washington (privatizaciones) en Guatemala, incluso antes de firmar los incumplidos Acuerdos de Paz.
Ya en 2012, en la última asamblea nacional de la URNG, sus militantes exigieron y aprobaron la democratización interna del partido y el apoyo/alianza con los movimientos sociales beligerantes del país. Meses después el Consejo Ejecutivo Nacional (CEN) dio por trasto dicho mandato y siguió respaldando al sistema neoliberal corrupto, y censurando a cuantas voces disidentes en su interior.
Frente a esta situación, movimientos sociales como el Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) decidieron apartarse de la URNG y proseguir con sus propuestas de nacionalización de los bienes y empresas públicas privatizadas y el proceso constituyente plurinacional. Pero, sorpresivamente el actual Diputado, Walter Félix, de la URNG, mediante sus operadores, atacó y desacreditó a CODECA en las comunidades y municipios acusándolo de “delincuentes”. Igual cómo lo hacían y hacen los empresarios y políticos prohijados por Álvaro Arzú.
La URNG jamás se opuso a la implantación del sistema neoliberal, mediante privatizaciones, en Guatemala. Los contenidos de los Acuerdos de Paz en ninguna medida son anti neoliberales. Esta organización política, que monopolizó el discurso y la representación nacional de izquierda chapina por casi dos décadas, jamás incorporó, ni en su discurso, ni en su praxis, contenidos de los procesos cambio emergentes desde el Sur. Aunque siempre fueron adulones con Chávez, Maduro, Ortega, Castro, etc.
Lejos de acuerpar o acercarse a los movimientos sociales anti neoliberales y con propuestas de cambios estructurales, los dividen y/o denigran. Más, sin embargo, muere el portentoso que los “obligó” a claudicar y expresan su duelo y condolencias. Mientras, las y los sobrevivientes del conflicto armado interno, repudian al fallecido ex Presidente que firmó la paz para implantar el sistema neoliberal que convirtió a Guatemala en uno de los países más desiguales del mundo actual.
Entonces, ¿quién y con qué intereses crearon la URNG? ¿Con qué objetivos fue creada esta organización política que operó con cierta eficacia para la desmovilización de conciencias y voluntades populares en Guatemala? ¿Por qué los ex comandantes, y los perpetuos dirigentes nacionales, una vez que se pusieron traje y corbata, jamás denunciaron con vehemencia el intervencionismo y saqueo violento en Guatemala?
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*Ollantay Itzamná es indígena quechua. Acompaña a las organizaciones indígenas y sociales en la zona maya. Conoció el castellano a los diez años, cuando conoció la escuela, la carretera, la rueda, etc. Escribe desde hace más de 10 años no por dinero, sino a cambio de que sus reflexiones que son los aportes de muchos y muchas sin derecho a escribir se conozcan.
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