Fuente: Reporte Complementario COEN-INDECI del 30/06/16
- A siete días del derrame del 24 de junio en Loreto, el presidente de PETROPERÚ S.A. ha renunciado, se ha puesto una papeleta ambiental a la empresa estatal… y el problema de fondo no ha cambiado.
DAR, 4 de julio, 2016.- Dicen que todo lo que no se aprende está condenado a repetirse. Ese parece ser el caso de los —lamentablemente— cada vez más continuos derrames en el oleoducto Norperuano.
La falta de actualización del instrumento de gestión ambiental de un oleoducto que data de la década de los setenta, que asegure el mantenimiento preventivo; así como la falta de una adecuada fiscalización ambiental, que asegure la pronta remediación de impactos, abren las puertas a que sucedan más hechos de esta naturaleza, que no solo afectan a los bosques, ríos, cochas y especies locales, sino a personas reales que usan estos recursos. Y de ello es prueba el último derrame ocurrido el viernes pasado, 24 de junio de 2016.
De acuerdo al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental - OEFA y al Instituto Nacional De Defensa Civil - INDECI, las cifras fueron las siguientes: 600 barriles de petróleo derramados en cerca de 16 000 m2 de territorio amazónico, afectando a un estimado de 435 personas. Ello como producto de un derrame de petróleo ocurrido a la altura del kilómetro 213 del Tramo 1 del Oleoducto Norperuano, en las localidades de Barranca y San Gabino, Distrito de Barranca, Provincia de Datem del Marañón, Región Loreto.
Se puede ubicar la zona del derrame en este mapa, que es parte del Reporte Complementario N° 424 del INDECI, sobre el derrame de la semana pasada en Barranca-Loreto.
Ese mismo día, mientras en el Oriente se empezaba lentamente a filtrar el petróleo, el OEFA aprobaba la Resolución Directoral N° 878-2016-OEFA/DFSAI en la que señalaría que Petroperú S.A. "no cumplió con remediar las zonas impactadas con petróleo por el derrame ocurrido en la localidad de Cuninico, distrito de Urarinas, provincia y departamento de Loreto", imponiéndole una multa de más de 10 millones de soles, pero por un derrame ocurrido dos años atrás, también en Loreto, como indica esta nota institucional:
Sumado a eso, el OEFA impuso ayer 30 de junio a PETROPERÚ.SA una papeleta ambiental de 2 935.17 UIT, que equivalen a más de 11 millones de soles por el último derrame en Loreto:
No obstante, las multas no lo son todo. Según la propia OEFA, habría indicios de que se habría bombeado petróleo en la zona del Oleoducto donde ocurrió el derrame, a pesar de que por un mandato de OSINERGMIN a raíz de los derrames de inicios de este año en Chiriaco y Morona, el bombeo de petróleo debería estar suspendido (por lo cual ya se inició un proceso sancionador), lo cual se suma a una serie de incumplimientos por parte de PETROPERÚ.SA.
La situación de riesgo del Oleoducto Norperuano, que ya ha provocado varios derrames, ha sido advertida previamente por autoridades y sociedad civil, incluso ante Relatores Especiales de las Naciones Unidas:
Y es que, según la OEFA, hasta febrero de este año, el Oleoducto había presentado 20 emergencias solo en los últimos cinco años, és decir, sin contar con el derrame de la semana pasada:
Fuente: RD N°012-2016-OEFA/DS
Como vemos, han tenido que ocurrir tres derrames en menos de la mitad del año para que se tomen medidas fuertes para sancionar las malas prácticas de una empresa. Y ello sin contar que las medidas señaladas por la OEFA para el mantenimiento y reemplazo de secciones deterioradas del Oleoducto Norperuano aún no han sido cumplidas en totalidad.
Es clara entonces la disminución de la fuerza en la fiscalización ambiental, sobre todo a partir del artículo 19 de la Ley N° 30230 (el "paquetazo ambiental"). El OEFA ha ido paulatinamente perdiendo potestades, recibiendo presiones e incluso se presentó un Proyecto de Ley en el Congreso que lo debilitaría aún más. [¿Quieres saber cómo? En este video te lo contamos en menos de 2 minutos, puedes verlo en grande haciendo clic en el ícono Ver en Youtube].
#PeruanodeCorazón vigila que no se siga debilitando la institucionalidad ambiental·
Por ser este un problema de grandes dimensiones, recientemente la sociedad civil se pronunció públicamente sobre el debilitamiento de esta institución:
Sobre este problema, Vanessa Cueto, presidenta de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales - DAR, señala: "en el caso de los derrames en Loreto se puede observar el debilitamiento de la fiscalización ambiental, pues las medidas correctivas, tal como las replanteó la Ley N°30230, no han funcionado. Por ello, de ninguna manera se debe permitir que el plazo de 3 años de moratoria para imponer sanciones ambientales de dicha Ley sea ampliado”.
Por otro lado, las poblaciones que habitan en las zonas de influencia de proyectos energéticos, como es el caso del Oleoducto Norperuano, necesitan que se mejoren los estándares ambientales y sociales; que se dé una remediación adecuada, pensando en los impactos acumulativos y sinérgicos a la cuenca hidrográfica; y se impulse la vigilancia indígena de la actividad petrolera para ayudar a prevenir nuevos derrames.
Las poblaciones que habitan en las zonas de influencia de proyectos energéticos,como es el caso del Oleoducto Norperuano, necesitan que se mejoren los estándares ambientales y sociales, que se dé una remediación adecuada pensando en los impactos acumulativos y sinérgicos a la cuenca hidrográfica y se impulse la vigilancia indígena de la actividad petrolera para ayudar a prevenir nuevos derrames.
Entonces, a puertas de iniciar un nuevo gobierno, más que nunca necesitamos repensar el enfoque de fiscalización ambiental que se está aplicando en nuestro país, para que el verde de nuestra Amazonía no se convierta en un verde petróleo.
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