Dentro de la visión indígena la salud es comprendida de manera integral, nada está aislado o fragmentado. Todo es parte de un todo. La comunidad, la familia, nuestra historia, nuestra cultura, espiritualidad, idioma y entorno ambiental son elementos fundamentales para el bienestar integral de todos los pueblos Indígenas. Así lo expone un artículo de la Asociación Napguana, de la Comarca de Kuna Yala, en Panamá, que reflexiona sobre la Salud Colectiva en los Pueblos Indígenas en América.
Pueblos Indígenas y la Salud Colectiva
Por Dad Neba Kantule*
1 de mayo, 2020.- El proceso acelerado de la medicina occidental, sin control en la sociedad actual, ha incidido en muchos aspectos en la pérdida de algunos recursos de la medicina indígena. Usados tradicionalmente por los pueblos indígenas para resolver problemas de salud a nivel de nuestras comunidades.
Por tal motivo, resulta difícil establecer la situación en la salud de los pueblos indígenas; exclusivamente con los indicadores tradicionales utilizados por la salud pública (no indígena), pues estos parten de un principio de conocimiento biomédico que no integra la interpretación cultural de las enfermedades de nuestros pueblos.
Debe destacarse que la salud indígena se encuentra en íntima relación con el medio ambiente, por sus nexos con la cultura material y espiritual.
Lo que debe hacerse ahora, es buscar la propia estrategia que nuestros pueblos desarrollen. Su diseño propio de los pueblos indígenas, de una política sanitaria orientada a fortalecer las acciones y prácticas de salud que los Pueblos Indígenas desarrollen en sus espacios locales como estrategia colectiva, para mejorar la calidad de la salud y potenciar un mejor aprovechamiento del medio ambiente para el autocuidado de los Pueblos Indígenas.
También es necesario decir que son muchos los espacios comunitarios que hoy están activos, tanto en lo urbano como en lo rural. En estos espacios, las personas desarrollan sus estrategias de vida en forma colectiva, demostrando que, a pesar de la presencia de un sistema de salud occidental hegemónico, pero en crisis, los pueblos indígenas han sido capaces de mantener, algunos más que otros, una propuesta y una actitud de búsqueda histórica recurriendo a todos los sistemas de salud que se encuentra en sus territorios.
Concepto de Salud en los Pueblos Indígenas
Para los indígenas, la salud es entendida como el producto de la relación armónica existente entre la naturaleza, los seres humanos y el mundo espiritual. Al romperse alguno de estos tres nexos, el cuerpo se enferma, y afecta tanto al individuo como a la familia entera. En este orden, para los pueblos indígenas la enfermedad es definida en un sentido social y no individual como la cultura occidental. Para contrarrestarla es necesario restaurar la armonía perdida, buscando el favor de los espíritus de la naturaleza y recurriendo a las propiedades medicinales de las plantas.
Dentro de esta cosmovisión de los pueblos indígenas, han desarrollado, desde épocas milenarias, sus propios sistemas de salud con rituales para la identificación, clasificación e interpretación de enfermedades, y una tecnología médica de acciones y medicamentos para su tratamiento.
El sistema de salud indígena se encuentra muy relacionado a la biodiversidad de la región, la cual ha permitido el desarrollo de conocimientos ancestrales para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades.
Los pueblos indígenas han acumulado una vasta riqueza de conocimientos tradicionales, que abarcan tanto las técnicas de uso del bosque, la música, artesanía, idioma, sabiduría sobre plantas medicinales, etc. Los conocimientos tradicionales son mucho más que su conocimiento sobre cómo cuidarla y como utilizarla. Los conocimientos hacen parte de la biodiversidad misma, ya que ella se ha venido transformando a través del tiempo con el manejo que los pueblos indígenas le han dado y, con las innovaciones surgidas de la propia ciencia.
Los conocimientos son el ejercicio de prácticas culturales tradicionales y han sido guardados y transmitidos oralmente de generación a generación. Los conocimientos tradicionales abarcan todas las formas de vivir de los Pueblos Indígenas. Todos estos conocimientos emergen de la relación con la naturaleza; todo tiene su lugar en el universo, en un orden cultural: las plantas, los bosques, los animales y el hombre. Muchas veces forman una parte integrada de los contactos con el invisible mundo de los espíritus, los mismos que juegan un papel fundamental, asegurando la reproducción de los recursos ambientales.
Hay que resaltar la gran virtud de la medicina indígena, la que es de conocimiento popular, que silenciosamente sin levantar polvo ni mecer el viento para defenderse frente a las medicinas de producción industrial, de modo humilde, nos brinda aún sus prodigiosas curas, que no son simplemente mágicas, sino que es parte del desarrollo de una gran ciencia que no necesita escribirse porque ha demostrado ser fuerte y nada perjudicial o tener efectos colaterales muy peligrosos. Su eficiencia posiblemente no es cuestionable, pero el gran boom de las medicinas modernas ha revolucionado los tratamientos médicoquirúrgicos; es decir, su desarrollo no se ha detenido. No se debe obviar que, equitativamente, ambas han caminado juntas por los senderos de salud. Cabe decir que la Medicina Indígena no ha recibido la importancia que ella merece.
Erróneamente, se cree que la medicina moderna (occidental) es superior a la práctica médica que se ejerce en nuestros pueblos, en unión con las demás ciencias (alimenticia, agronómica, culinaria y otras), porque la medicina tradicional toma al enfermo en la generalidad de los aspectos que a ella atañen. En su aspecto social, religioso (respetando sus creencias) viendo también su esfera psicológica, le brindamos apoyo moral, se le otorga la importancia debida, no lo tratamos como una carga, sino como lo que es: un ser humano. Aliviamos su dolencia con las medicinas (hierbas y ritos) porque existe confiabilidad en las mismas; se establece el punto de equilibrio entre la enfermedad y la salud, porque de no ser así nuestra labor sería puramente orgánica, no habría sido útil y lo que es peor tendríamos seres humanos sanos orgánicamente pero muy enfermos de sentimientos negativos, que no se valorarían y serían frágiles a cualquier dificultad social.
Ancestralmente, los pueblos indígenas han desarrollado su propio sistema de salud; el que incorpora no sólo la clasificación de las enfermedades y sus causas, sino diversas formas de tratarlos apoyándose especialmente en el conocimiento de los ciclos y elementos de la naturaleza, y en una gama de especialistas o médicos tradicionales responsables de la salud de la comunidad.
Con el proceso histórico de aculturación, vividos en Abya Yala, muchos de estos médicos tradicionales, curanderos, sanadores, parteras, especialistas de huesos, dentistas y hierberos han quedado relegados a un espacio muy privado, perdiéndose en, algunos casos, gran parte de la experiencia y el conocimiento tradicional al no ser practicado o traspasado a las siguientes generaciones. Esto ha llevado a una actitud pasiva, dependiente y consumista que, en vez de mejorar la salud, la empeora, pues rompe con la autoestima y la verdadera valoración de las capacidades de los médicos indígenas.
Sin embargo, aún existen comunidades con este conocimiento y práctica, donde los médicos indígenas son capaces de resolver determinadas dolencias, lo que, además de constituirse en un factor protector de la salud, permite a la comunidad contar con un sistema de salud complementario al sistema médico occidental, y que se acerca de mejor manera a la concepción integral de equilibrio que maneja la comunidad.
Situación de la Salud Indígena en Abya Yala (América)
En el ámbito mundial, se considera que la situación de la salud en las áreas rurales es precaria, en los países en vías de desarrollo, como en el caso en muchos países de Abya Yala (América).
En muchos pueblos indígenas, según varios estudios realizados, se ha detectado que la tasa de mortalidad es alta, precisamente a causa de enfermedades que han sido erradicado de los países desarrollados.
Lamentablemente, los conocimientos tradicionales y procesos médicos de los pueblos indígenas son explotados por compañías de investigación farmacéutica, las cuales patentizan dichos conocimientos, percibiendo millonarias ganancias en perjuicio directo de los pueblos indígenas, que además ha constituido para ellos la persecución “legal” de los médicos tradicionales por el uso de sus conocimientos previamente patentizados por esas corporaciones.
Muchos países en vías de desarrollo, en sus constituciones reconocen el papel tradicional de medicina indígena, y dicen respetar la identidad de los pueblos indígenas, al igual que sus costumbres, incluyendo los conocimientos tradicionales. El derecho de sus comunidades y de la persona humana: a la promoción, protección, conservación, restitución, rehabilitación de la salud y la obligación de conservarla; así como a participar en la planificación, ejecución y evaluación de los distintos programas de salud. Pero no cumplen, no toman en cuenta a los sabedores indígenas para que participen en el desarrollo de sus programas de salud.
Ancestralmente, los pueblos indígenas han desarrollado sus propios sistemas de salud, en el que no sólo se clasifica las enfermedades y sus causas, sino diversas formas de tratarlas, utilizando los conocimientos y elementos de la naturaleza. Hoy en día, en muchos territorios de Abya Yala, los Neles, curanderos y parteras todavía siguen practicando estos conocimientos y los mantienen vivo permanente.
Sin embargo, hay factores que han incidido en esta situación y que debemos tomar en cuenta:
- Cambio forzado del medio ambiente y del estilo de vida. Muchas veces el deterioro y la contaminación de los recursos naturales son los factores que también influyen en la situación de la salud de los Pueblos indígenas. La contaminación de los ríos, de los peces y otros alimentos que tradicionalmente consumían, ya no le proporciona los nutrientes necesarios.
- La Concepción de Programas de Desarrollo. Sean estos del Estado o de la cooperación internacional, muchas veces no toman en cuenta las condiciones socio-económicas y culturales específicas de los pueblos indígenas; y los programas con enfoque intercultural son escasos.
- Organización Social. La organización social y los canales de comunicación entre culturas difieren mucho. El modelo de gestión que funciona, por ejemplo, en una comunidad Kuna muy probablemente, no funcionará en otra comunidad indígena.
- Conceptos y Sistemas de Salud propios. En muchos casos, los sistemas de salud, no están acorde a la realidad de los pueblos indígenas y muchas veces esas prácticas y creencias tradicionales están en conflicto con el sistema de salud moderno.
Todos estos factores han contribuido a pensar que la medicina occidental es mejor que la medicina indígena. Las conclusiones erradas de los estudios realizados, muestran a los pueblos indígenas como si tuvieran poco interés en contribuir al desarrollo y a no querer adoptar sistemas modernos que se presentan en el tema de salud. Aunque tampoco existe de parte de la cultura occidental, una comprensión del tremendo potencial que los pueblos indígenas ha venido desarrollando; y la contribución, que nuestros pueblos pueden hacer a la sociedad entera a través de valores no cuantificables en estadística alguna. Si nos damos cuenta, a nivel mundial, la gran cantidad de las plantas medicinales ha contribuido a curar enfermedades; y de las cuales han sido patentadas por grandes empresas farmacéuticas, sin ningún beneficio para sus dueños legítimos.
Por eso, es necesario que entre nosotros analicemos esta situación, para hacer frente a este problema formulando nuestra propia estrategia. Que nuestros pueblos desarrollen su diseño propio del sistema que queremos, de una política sanitaria orientada a fortalecer las acciones y prácticas de salud, en complemento con la medicina convencional y la tradicional. Una estrategia colectiva para mejorar la calidad de la salud y potenciar un mejor aprovechamiento del medio ambiente para el autocuidado, demostrando que los pueblos indígenas son capaces de mantener una propuesta y una actitud de búsqueda histórica recurriendo a todos los sistemas de salud que se encuentra en sus territorios.
Sin embargo, a nivel de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asamblea Mundial de la Salud, mediante resolución WHA 30.49.33, ha acordado que los sistemas médicos tradicionales indígenas de los países en vías de desarrollo componen un patrimonio de esas comunidades y las mismas han contribuido y siguen ayudando decisivamente en la prevención, promoción y el restablecimiento de la salud y que la población disfrute de asistencia sanitaria.
Los pueblos indígenas de Abya Yala se encuentra en las peores condiciones de infraestructura para el bienestar social, como en la accesibilidad y disponibilidad de servicios de atención médica. Esta situación se expresa en la escasa participación social por los Estados hacia los Pueblos Indígenas. Mientras tanto, son sujeto de violencia debido a problemas de la sociedad, como los conflictos políticos-militar en algunos países; o los conflictos por la disponibilidad de la tierra debido a la invasión de los territorios de Pueblos Indígenas por las empresas madereras y mineras, o por la construcción de represas hidroeléctricas.
Salud Colectiva de los Pueblos Indígenas
Se propone un modelo de Salud Colectiva que tome en cuenta todos los sistemas de recuperación del equilibrio en un territorio; los que, al entrar en coordinación, crean un modelo dinámico que pueda dar mejor cuenta de la realidad territorial o del sistema local y ofrecer una atención más resolutiva a las personas. Este modelo tiene la particularidad de ser socio-espiritual y psico-biológico porque considera a las personas y sus componentes insertar en una red familiar, comunitaria, social y espiritual.
La Salud Colectiva de los Pueblos Indígenas se desarrolla en el contexto de un espacio local o un territorio que, en su dinámica cotidiana, se encuentra determinado por factores que lo agreden y otros que lo protegen.
Se considera que, en el fortalecimiento de la Salud Colectiva de los Pueblos Indígenas, que ya existe y ha existido en nuestras comunidades, solo falta apoyo de toda la dirigencia de nuestras autoridades.
Los estudios realizados por la sociedad dominante actual (occidental), hacia los Pueblos Indígenas, siempre hace parecer, o calificar, como pueblos desprotegidos, sin conocimiento, sin cultura, sin capacidad de organización y, en el último tiempo, como violentos y poco apostadores al desarrollo nacional en materia de salud. No existe, por parte de la cultura occidental, una comprensión del tremendo potencial que los Pueblos Indígenas ha venido desarrollando para la sociedad entera, a través de valores no cuantificables en estadística alguna.
Esta situación va produciendo, en cualquier grupo humano, una frustración y baja autoestima, haciéndolos cada día más dependientes de un estado paternalista que intenta a través de programas diseñados desde una mirada “integralista” y “asimilacionalista” de recursos.
Salud en la agenda internacional
A nivel internacional, se ha llamado la atención a los Estados al no implementar y ejecutar los diferentes acuerdos asumidos por ellos en cuanto a la situación de la salud de los pueblos indígenas, de igual manera a respetar, proteger y conservar los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas.
El Foro Permanente de las Cuestiones Indígenas que se creó el 28 de julio del 2000, va a cumplir 20 años de haberse creado, y es un espacio de y para los Pueblos Indígenas que, en su tercera sesión, instó a los organismos de las Naciones Unidas a incorporar a los curanderos indígenas, así como sus perspectivas culturales en salud y enfermedades, en sus políticas, y a emprender consultas regionales con los pueblos indígenas acerca de esos temas.
Asimismo, instó a los Estados miembros a expandir sus sistemas nacionales de salud para proporcionar programas integrales de salud para la infancia indígena. Además, los Estados miembro deben adoptar medidas especiales para asegurar y proteger la labranza de los cultivos tradicionales y erradicar la malnutrición en la infancia indígena. Y muchos Estados miembros de las Naciones Unidas, hoy en día, no cumplen estos acuerdos: (doc E/C. 19/2003/L.15).
Conclusión
El camino que los indígenas hemos recorrido en la historia ha sido agotador. Sin embargo, a través de las adversidades que hemos afrontado, nuestros pueblos se han fortalecido. Sin lugar a dudas, esta vitalidad proviene de la sabiduría de cada uno de los pueblos, y de la dura lucha que hemos sostenido para conseguir que nuestros derechos sean respetados. Los procesos de reconocimiento y respeto de la diversidad cultural de nuestro continente Abya Yala, son el resultado de esta lucha.
Dentro de nuestra visión, la salud es comprendida de manera integral, nada está aislado o fragmentado. Todo es parte de un todo. La comunidad, la familia, nuestra historia, nuestra cultura, espiritualidad, idioma y entorno ambiental son elementos fundamentales para el bienestar integral de todos los pueblos Indígenas.
Por otro lado, decimos, mientras que no exista una educación en donde se incluya la medicina tradicional, y no le dé su lugar en programas y planes de trabajo dirigido a los pueblos indígenas, este será uno de los factores que determinarán la pérdida de este conocimiento.
Es necesario que los gobiernos asuman la responsabilidad de desarrollar sistemas adecuados en conjunto con los poseedores del conocimiento indígena, porque somos dueños titulares de derecho, transmisores y conservadores de estos conocimientos. De esa manera, respetando los derechos individuales como colectivos de nuestros pueblos, entendiendo que nuestro sistema no es perfecto, pero que puede en un momento llegar a encontrarse o complementarse con la medicina occidental, basados en el respeto mutuo, por el bienestar de nuestras futuras generaciones.
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* Dad Neba en la lengua indígena kuna, significa, “Abuelo de la llanura”, nombre que identifica a Nelson De León Kantule, Comunicador Indígena kuna, de la Asociación Kunas Unidos por Napguana. (E-mail: duleigar@ gmail.com / napguanakuna@gmail.com
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