Lima despide al histórico luchador social Hugo Blanco

Féretro de Hugo Blanco ingresando al local de la CCP, en Lima, pasada la medianoche del viernes 7 de julio. Foto: Servindi/Renzo Anselmo Féretro de Hugo Blanco ingresando al local de la CCP, en Lima, pasada la medianoche del viernes 7 de julio. Foto: Servindi/Renzo Anselmo

Entre cantos, arengas y testimonios de lucha, limeños despidieron a uno de los máximos referentes políticos de la historia más reciente del Perú. Esta es la crónica de su breve, pero significativo velatorio en Lima.

Por Renzo Anselmo

Servindi, 8 de julio, 2023.- Los restos del líder de izquierda e histórico luchador social Hugo Blanco Galdós llegaron a Lima y fueron recibidos por cientos de personas en el local de la Confederación Campesina del Perú (CCP).

Entre cantos, arengas y testimonios de lucha, la multitud despidió a un gran hombre de la política peruana que con su ejemplo de vida y coherencia deja un enorme legado de honestidad y consecuencia.

Su cuerpo arribó al local de la CCP, en la Plaza Bolognesi, al promediar las 11:00 p. m. del viernes 7 de julio. Esta es la crónica de lo que se vivió antes, durante y después de su llegada.

Retorno esperado

Previo a su llegada, personas de todas las edades y perfiles —artistas, compañeros de lucha de Blanco, políticos y muchos jóvenes— se fueron congregando desde las 6:00 p. m. para darle el último adiós.

Los más adultos aguardaban sentados en sillas blancas que se colocaron en los exteriores del local de la CCP, mientras que otros se agruparon parados para compartir anécdotas sobre Blanco.

Asistentes hojean las publicaciones sobre Hugo Blanco que se vendieron en el velatorio.

Del frontis del local, colgaba una extensa gigantografía con el semblante sonriente del hombre al que todos iban a despedir junto a su nombre y una frase que decía: “con tu ejemplo, venceremos”.

Conforme avanzaban las horas, las paredes contiguas al local se fueron poblando con más carteles y empezaron a llegar los primeros arreglos florales a nombre de congresistas, agrupaciones políticas y organizaciones de derechos humanos.

En el lugar también se vendía el libro “Tierra o Muerte” de Blanco y la última edición de Lucha Indígena, publicación que anunciaba en su portada ser una edición especial por la muerte de su fundador.

“Hugo Blanco deja un legado inmenso por la justicia social frente al gamonalismo y en favor los agricultores y campesinos. Por eso estamos aquí”, nos dijo Edgar Carrasco, uno de los que vendía la publicación.

Algunos de los primeros arreglos florales en llegar al local de la CCP. Debajo, personas aguardando la llegada de Hugo Blanco.

El arte también se hizo presente con la entonación de cantos andinos y poemas de César Vallejo y la intervención paralela de un grupo de sikuris liderados por el joven Néstor Damián, quien dijo haber conocido a Blanco.

“Nuestra presencia es por reciprocidad, por las enseñanzas que deja el hermano Hugo Blanco sobre el campesino, la tierra y la conciencia”, señaló el artista de la escuela Saturnino Huillca.

Entre música y arengas pasaron las horas hasta que cerca de las 10:45 p. m. familiares del líder social anunciaron que Blanco estaba cerca y dividieron al grupo humano en dos bloques para dejar en el centro un camino libre de cara a la puerta del local.

Néstor Damián, del grupo de sikuris, dice que conoció de cerca la calidad de persona que fue Hugo Blanco y por eso acudió a despedirse.

La llegada de Hugo

Hugo Blanco llegó al local de la CCP a las 11:05 p. m. en una minivan negra. Su cuerpo reposaba al interior de un ataúd de color madera que tenía manijas a los costados para facilitar su carga.

La demora en su llegada, programada inicialmente para las 6:00 p. m. proveniente de Suecia donde falleció, se debió a la “burocracia” en el aeropuerto y Aduanas, según explicó luego la familia.

A su arribo, fueron sus hijos —cuatro mujeres y dos varones encabezados por Óscar— quienes retiraron el ataúd de la carroza y lo llevaron cargado por unos metros hasta la puerta del local de la CCP.

Óscar, hijo de Hugo Blanco, retira de la carroza fúnebre junto a sus hermanos el ataúd de su padre.

Carmen, la hija mayor de Hugo Blanco, posa sus manos sobre el féretro de su padre.

Rodeado por el calor humano y adornado con pétalos y rosas, Blanco recibió allí un primer homenaje a cargo de sus más cercanos, quienes le dedicaron unas sentidas palabras de reconocimiento y agradecimiento.

En ese espacio, se expresaron el secretario general de la CCP, Wilder Sánchez; la hija mayor de Hugo, Carmen Blanco Valer; el líder histórico del Movimiento Izquierda Revolucionaria (MIR), Ricardo Gadea; la exministra de la mujer, Diana Miloslavich Túpac; y el excongresista Enrique Fernández Chacón.

Arriba, el presidente de la CCP, Wilder Sánchez. Debajo, el excongresista Enrique Fernández. Fueron el primero y el último en tomar la palabra.

Todos ellos destacaron la lucha emprendida por Blanco en los años 60 en favor de los campesinos peruanos, en medio de un contexto de fuerte represión que le costó la cárcel y el exilio, pero no modificó sus principios de austeridad y compañerismo.

Asimismo, saludaron la presencia de la juventud en el acontecimiento, rescatando el legado que Blanco deja en el país y que seguirá latente en manifestaciones sociales frente a las injusticias como la anunciada para el próximo 19 de julio.

Despedida final

Tras estas palabras, el féretro de Hugo Blanco fue levantado en hombros por sus compañeros de lucha de la CCP, al mando de Wilder Sánchez, e hizo su ingreso al local pasada la medianoche.

Hugo Blanco había retornado al que fue su hogar tras volver al Perú luego de pasar por México, Argentina, Chile y Suecia. En la CCP se desempeñó como secretario de organización desde 1980.

Féretro de Hugo Blanco ingresando al local de la CCP pasada la medianoche del viernes 7 de julio.

Al interior, su cuerpo fue colocado sobre una plataforma en medio de un salón alfombrado al que inicialmente solo tuvieron acceso la familia y amigos muy cercanos del histórico luchador social.

Allí Hugo Blanco recibió un segundo homenaje, uno más íntimo, acompañado de intérpretes andinos y un cúmulo de alimentos (frutas y vegetales del campo) que yacían al pie de su ataúd.

Restos de Hugo Blanco son ingresados a un salón dentro de la CCP para el segundo homenaje.

Dicho ataúd, además, fue cubierto a la mitad por una bandera del Tahuantinsuyo, en homenaje a la civilización forjada por los incas en su tierra natal (Cusco) y encima se colocó un sombrero de paja y un chullo, como los que solía usar Blanco, acompañado de rosas y flores rojas y blancas.

De ese modo, Hugo Blanco quedó listo para recibir a todos los asistentes que fueron ingresando de forma ordenada a despedirse de él a lo largo de la madrugada de este sábado 8 de julio.

Ataúd de Hugo Blanco al interior de la CCP, lugar donde personas fueron ingresando para despedirse.

Al lugar ingresaron jóvenes, adultos y compañeros de lucha de Blanco, así como figuras de la política peruana, como las congresistas Ruth Luque y Sigrid Bazán, del partido Juntos por el Perú (JPP).

Entrevistada por Servindi, Luque destacó que Blanco fue un luchador “coherente y fiel a sus ideas políticas” y que el mayor legado que deja es “su cercanía con el movimiento social”.

Bazán, por su parte, resaltó que la lucha de Blanco por el sector agrario, sindical, obrero y campesino fue “una lucha incansable por los derechos humanos que hoy está más vigente que nunca”.

Los exministros Mirtha Vásquez y Pedro Francke y las exparlamentarias de izquierda Indira Huilca y Marisa Glave también llegaron hasta el lugar para despedirse de uno de los referentes políticos más importantes de la historia reciente del país.

El cuerpo de Hugo Blanco permaneció en el local de la CCP hasta la mañana de este sábado, en que fue trasladado hacia el Cusco, donde será enterrado la tarde del domingo 9 de julio en el cementerio de Almudena.

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Comentarios (1)
Mario Tabra (no verificado) Sáb, 08/07/2023 - 18:03

Tupananchiskama sumaq wayqe Hugucha

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