El gran reto de nuestros tiempos es revisar y mejorar nuestra relación con los bosques (...) y reconocer el valor intrínseco de la vida en los bosques.
Amazonía: ¿Qué hacer desde la perspectiva de las Ciencias Forestales para la vida? Una aproximación biocultural.
Por: Rodrigo Arce Rojas
20 de febrero, 2024.- En la formulación de las política públicas sobre bosques todo depende de la finalidad que estemos buscando. Hasta ahora las políticas públicas sobre los bosques han tenido al mercado como eje articulador, no obstante si el éxito lo medimos en función a qué tanto conservamos la Amazonía entonces tendríamos que reconocer que no hemos tenido éxito y tenemos que aceptar que estamos perdiendo la Amazonía.
Las cifras sobre pérdidas de bosques no se remiten a la fecha en la que las autoridades forestales han empezado a llevar formalmente las estadísticas si no mucho más atrás, entonces la cifra de pérdida es realmente alarmante. Según Dourojeanni (2022) el estimado de pérdida de bosques a nivel histórico es de unos 27 millones de Ha. Esta situación es especialmente relevante porque tengamos presente que los expertos indican que a partir del 25 % de pérdida de bosques entramos al punto de no retorno con las graves consecuencias que ello implica (MAAP, 2024).
A la fecha hemos visto a los bosques desde diferentes perspectivas:
a) Fuente de materias primas para la industria forestal,
b) Las máquinas que permiten capturar carbono para poder comercializarlas,
c) Como proveedoras de servicios ecosistémicos,
d) Espacios para el desarrollo de pequeña, mediana y la gran agricultura agroexportadora,
e) Reservorios de combustibles fósiles,
f) Áreas de expansión para el desarrollo urbano, entre otras.
Como resultado las cifras de superficies de bosques naturales íntegros y saludables siguen disminuyendo dramáticamente.
Quienes hemos tenido la oportunidad de ver los bosques de la Amazonía hace 20 o 30 años y verlos actualmente podemos apreciar que en la mayoría de los casos se ha producido una ostensible pérdida de superficies de bosques en nombre del desarrollo. Para conocer la realidad actual basta con ver los mapas de bosque y no bosque para tener la fotografía del momento, pero recuerden que esto es muy dinámico por la permanente intervención.
Lo que anteriormente estaba cubierto de frondosos bosques pletóricos de vida ahora se encuentran bajo la forma de chacras (incluyendo en algunos casos cocales), pastizales, complejos de producción agroindustrial, purmas de diferentes etapas de la sucesión vegetal, pueblos o ciudades y las lacerantes imágenes de destrucción producto de la indolente minería.
En este contexto las Áreas Naturales Protegidas han cumplido un importante papel en la conservación de bosques pero no libre de amenazas por las actividades antrópicas. Algunas concesiones forestales han contribuido con la conservación de bosques, así según el FSC-Perú las áreas certificadas en el país suman un total de un millón trecientas mil de hectáreas, siendo gran parte bosques naturales (Iniciativas Certificadas en el Perú | Forest Stewardship Council (fsc.org)). Sin embargo, no todas las concesiones muestran un fuerte nivel de compromiso con un manejo forestal científico y ético.
En esta concepción es el mercado el mejor asignador de usos de la tierra y su valoración.
Si bien es cierto hasta ahora ha primado el vector de deforestación hasta llegar a suelos totalmente desnudos en una lógica de artificialización de los paisajes. Esto forma parte de un pensamiento hegemónico dominante que todo lo reduce a capital, incluyendo los bosques que son tratados como recursos naturales o forestales y que además son perfectamente sustituibles por el capital creado por el ser humano. En esta concepción es el mercado el mejor asignador de usos de la tierra y su valoración.
Es hora de revertir la situación y para ello nos podemos subir al proceso natural de sucesión forestal aprovechando el potencial biótico. Pero tengamos en cuenta que esto es más factible si aún los bosques conservan su resiliencia, por ejemplo fuentes de semillas y mecanismos de dispersión activos. Todo depende de una arreglo espacial que hace posible que bosques naturales, plantaciones, chacras, pastizales o infraestructuras puedan convivir armoniosamente. De ahí la importancia de recuperar la importancia de la gestión de los paisajes forestales sostenibles.
Avanzar hacia políticas públicas de bosques con orientación de vida implica un reseteo sobre la forma convencional de cómo nos hemos venido con los bosques. Una valoración de corte exclusivamente antropocéntrico y reducido a los mercados es absolutamente insuficiente, como lo indican los estudios de la CEPAL (2024), y que dan pie a perspectivas de valoración pluralista y multicriterial. La figura 1 muestra el espectro de valoraciones en las relaciones sociedad-naturaleza.
Fig. 1: Pluralismo valorativo en la relación sociedad-naturaleza. Fuente: Sánchez y León (204) con base en UNEP/ILBES (2015) y Arias-Arévalo y otros, (2018)
Como se puede apreciar en el gráfico a la fecha en las políticas sobre los bosques ha primado la valoración instrumental, en el marco de los enfoques antropocéntricos. Ahora bien una apertura hacia otros marcos ontológicos y epistemológicos no solo se encuentran total o parcialmente en algunos pueblos indígenas si no que instituciones internacionales como el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUD) y La Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) empiezan a tomar en cuenta.
La actualización de la Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre en el Perú es una gran oportunidad para tomar en cuenta este marco plural de valoraciones entre la sociedad y los bosques.
Como ya se explicó en otro artículo (Arce, 2024), en política pública es fundamental identificar bien el problema público. En tanto existen cadenas de causalidad (o incluso redes de multicausalidad) o fenómenos que no son explicados por causas. Existe mucha imprecisión cuando se identifica el problema. El sesgo es identificar el problema de manera teleológica, es decir orientarlo a lo que estamos esperando.
Si por ejemplo nos quedamos el problema en el marco del antropocentrismo instrumentalista obviamente todo el diagnóstico y las propuestas de política quedarán constreñidas por ese marco. La propuesta que alcanzamos entonces invita la apertura a la diversidad de valoraciones de las relaciones sociedad-naturaleza y ya no nos quedamos únicamente en perspectivas antropocéntricas instrumentalistas sino que incorporamos perspectivas de los valores relacionales y los valores intrínsecos.
En otras palabras además de la perspectiva antropocéntrica introducimos las perspectivas biocéntricas, ecocéntricas e incluso cosmocéntricas. Esto en buena cuenta significa reconocer el valor intrínseco de la vida en los bosques que hasta ahora no se ha tomado en cuenta al momento de diseñar e implementar políticas públicas sobre bosques.
Si inscribimos el problema en el marco de la realidad nacional e internacional entonces el problema es la pérdida de bosques. La pregunta entonces es ¿Cómo hacemos para revertir la pérdida de bosques de tal manera que trabajamos en función del bienestar humano y el bienestar de los ecosistemas, incluyendo los ecosistemas forestales. Es así cómo introducimos el enfoque biocultural en el diseño e implementación de las políticas públicas sobre los bosques.
El concepto de biocultura integra la diversidad biológica, diversidad ecológica, la diversidad cultural, la diversidad étnica, la diversidad lingüística.
El concepto de biocultura integra la diversidad biológica, diversidad ecológica, la diversidad cultural, la diversidad étnica, la diversidad lingüística. Asimismo, en tanto biocultura alude a sistemas socioecológicos, territorios y paisajes. Alrededor de la biocultura se inscriben otros conceptos tales como derechos bioculturales, derechos humanos, derechos indígenas y derechos de la naturaleza. Asimismo, podemos hablar de una justicia biocultural y una ética biocultural. Desde esta perspectiva los bosques dejan de ser considerados solo como recursos forestales y se reconoce el valor intrínseco de los bosques (2024a, 2024b, 2023a, 2023b).
Desde esta perspectiva biocultural la política sobre bosques pone foco en:
- Cómo conservar los bosques salvaguardando la complejidad biocultural.
- Cómo revertir el proceso de pérdida de bosques tomando en cuenta los enfoques de derechos bioculturales y una ética biocultural. En este campo se inscriben políticas de conservación de la biodiversidad, sistemas agroecológicos y agroforestales articulados al paisaje, la restauración de los ecosistemas forestales.
- Cómo hacer para que los bosques puedan contribuir a economías genuinamente sostenibles a partir de bosques en pie. Lo que abre el panorama para los llamados servicios ecosistémicos, el importante papel de los bosques para la biotecnología a partir de metabolitos secundarios, la biomímesis, la educación y la investigación científica, la salud y los valores culturales y espirituales.
- Cómo hacer para que las plantaciones forestales en áreas de no bosque contribuyan con los derechos bioculturales.
- Cómo hacer para que los bosques formen parte de la gestión sostenible de territorios o de los paisajes forestales sostenibles.
- Cómo hacer para que la institucionalidad y la gobernanza aseguren las políticas forestales para la vida, es decir generando opciones dignas para las personas sin atentar contra la biodiversidad, respetando la vida en todas sus manifestaciones, respetando los valores intrínsecos de los bosques.
Estas son las contribuciones para el debate para salir de discusiones endógenas que solo se reducen al aporte de los bosques al crecimiento económico o el desarrollo sostenible. El gran reto de nuestros tiempos es revisar y mejorar nuestra relación con los bosques. Para que nuestra relación con los bosques esté acompañada de ciencia, de tecnología, de técnica, de ciencia, de saberes, de experiencias, de (en)sueños, de filosofía, de ética, de estética, de magia, de emociones, de sentires, de intuiciones, de sentido, de poesía y versos, de música y armonía, de afectos infinitos. Como debe ser si entendemos que el gran propósito es celebrar la vida. Si hasta las montañas se enamoran cómo nosotros no nos podemos enamorar de la magnífica diversidad de vida en los bosques.
Referencias
- Arce Rojas, R.S. (26 de enero, 2024a). Ecoficción: Política forestal para la vida y la ecopoética. [Mensaje en un blog]. SERVINDI. Ecoficción: Política forestal para la vida y la ecopoética | Servindi - Servicios de Comunicación Intercultural
- Arce Rojas, R.S. (2024b). De bosques como bienes comunes a bosques como socioecosistemas de convivencia. Revista Latitud Cero, 14 (1), 15-30. De bosques como bienes comunes a bosques como socioecosistemas de convivencia | Bosques Latitud Cero (unl.edu.ec)
- Arce Rojas, R.S. (2023a). Aportes de la complejidad biocultural en la formulación de alternativas al desarrollo. Revista Iberoamericana de Complejidad y Ciencias Económicas, 1(2), 7-23. https://doi.org/ 10.48168/RICCE.v1n2p7 https://revistas.ulasalle.edu.pe/ricce
- Arce, R. (2023b). Los profesionales forestales y la inteligencia vegetal. Naturaleza y Sociedad. 7. Vista de Los profesionales forestales y la inteligencia de las plantas | Naturaleza y Sociedad. Desafíos Medioambientales (uniandes.edu.co)
- Arce, R. y Yábar, G. (2023). La forestería y su relación con el otro-que-humano. Revista Kawsaypacha, 12 (A-002): 1-25. https://doi.org/10.18800/kawsaypacha.202302.A002
- Dourojeanni, M. (2022). «¿Es posible detener la deforestación en la Amazonia Peruana?». En A. Castro y M. I. Merino-Gómez (Eds.) Desafíos y perspectivas de la situación ambiental en el Perú. En el marco de la conmemoración de los 200 años de vida republicana. Lima: INTE-PUCP, pp. 247-285. https://doi.org/10.18800/978-9972-674-30-3.013
- MAAP (2024) Punto de Inflexión en la Amazonía – ¿Dónde estamos?. Proyecto de Monitoreo de los Andes Amazónicos, 164: 1-6. MAAP #164: Punto de Inflexión en la Amazonía – ¿Dónde estamos? (amazonconservation.org)
- Sánchez, J. León, M. (coords.). (2024). “Recursos naturales y desarrollo sostenible: propuestas teóricas en el contexto de América Latina y el Caribe”, serie Recursos Naturales y Desarrollo, No 220 (LC/TS.2023/198), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Recursos naturales y desarrollo sostenible: propuestas teóricas en el contexto de América Latina y el Caribe (cepal.org).
SOBRE EL COLUMNISTA
Rodrigo Arce Rojas
Doctor en Pensamiento complejo por la Multiversidad Mundo Real Edgar Morin. Correo electrónico: rarcerojas@yahoo.es
Comentarios (2)
Excelente artículo que nos ayuda no sólo a reconocer la importancia e listo bosques sino que nos lleva a buscar la acción en contra de su desaparición. Gracias por este aporte a la humanidad.
Muchas gracias Mariela. Que la celebración de la vida en todas sus formas sea nuestra gran motivación. Saludos cordiales.