Por Jorge Agurto
2 de marzo, 2018.- Keiko Fujimori Higuchi, hija de Alberto Fujimori Fujimori, recibió US$ 1,200,000 solo para su campaña electoral en el 2011. Lo recibió su candidato a la vicepresidencia de la República Jaime Yoshiyama Tanaka, estrecho colaborador, amigo de la familia y ex ministro durante el gobierno de su padre, el exdictador.
Mitin de campaña en 2011. Jaime Yoshiyama, Keiko Fujimori, y Rafael Rey. (Fuente: Flickr Keiko Fujimori)
Alan García Pérez, presidente de la República en dos periodos de gobierno (1985-1990 y 2006-2011), recibió para su campaña la cantidad de 300 mil dólares, una cantidad menor a la aportada a otros candidatos –suponemos– debido a su ínfima posibilidad electoral en las elecciones de 2011. Lo grave y escandaloso es que el aporte lo recibió en su emblemático -y también vetusto- local partidario, autodenominado por los apristas "casa del pueblo".
Local del Partido Aprista Peruano (PAP) donde Alva Castro recibió el dinero de Odebrecht para la campaña de Alan García, el famoso "AG".
En las elecciones generales de 2006, Odebrecht aportó, de acuerdo con Barata a la campaña de Alan García, que fue la que ganó. En ambas elecciones fue Luis Alva Castro, el veterano dirigente aprista, quién recibió personalmente el dinero.
Pedro Pablo Kuczynski, el fantasma que aún funge de presidente de la República y pasea su incapacidad moral por los pasillos fúnebres del Palacio de Gobierno, recibió 300 mil dólares para su alicaída campaña en el 2011. Lo grave y escandoloso es que el dinero lo recibió Susana de la Puente, ex banquera y estrecho brazo amical y financiero de PPK. Hoy se encuentra de Embajadora de Perú en el Reino Unido.
Las declaraciones de Jorge Barata acerca de los aportes de la empresa brasileña Odebrecht a las campañas políticas en las elecciones generales de 2011 también confirman que se efectuaron contribuciones a Alejandro Toledo ( US$ 700,000), Ollanta Humala (US$ 3'000.000) y a favor de la campaña contra la revocatoria de Susana Villarán (US$ 3'000.000) (1).
Pero hay un nuevo actor que merece ser destacado y puesto en la vitrina de la corrupción en el país. Se trata del gran empresariado articulado en la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep),
Barata detalló que el entonces saliente presidente de la Confiep, Ricardo Briceño, ante los problemas en la campaña de Kaiko Fujimori, convocó a una reunión de las principales empresas del país, entre las cuales estaba Odebrecht, y en la que participaron representantes del Grupo Gloria, el Grupo Romero, el Grupo Breca, Repsol, Telefónica, además de Odebrecht.
A pocas horas de la divulgación de las declaraciones de Barata, Roque Benavides, actual presidente de la Confiep, confirmó que en 2011 diversas empresas recolectaron US$ 2 millones, incluidos los 200 mil dólares de Odebrecht, para lanzar una campaña "en favor de la empresa privada".
En el contexto de dicha elección los mensajes estaban posicionados subliminalmente contra el candidato Ollanta Humala, –a quién presentaban como candidato antisistema, enemigo del desarrollo y la inversión– y favorables a Keiko Fujimori.
El presidente de la Confiep, Roque Benavides, reveló en una entrevista a RPP que un grupo de empresarios afiliados a su gremio hizo una bolsa de 2 millones de dólares (incluidos los 200 mil de Odebrecht), en 2011, para “una campaña en favor de la empresa privada”, es decir, favorable a la candidatura de Keiko Fujimori.
Es importante advertir la nefasta y además corrupta intromisión de la Confiep en la vida política del país, considerando que se trata de una entidad que representa al gran capital nacional asociado a los grupos financieros transnacionales y no defiende los intereses nacionales por que "defiende principalmente el interés de los banqueros que son los que más ganan y menos trabajan en el Perú".(2)
Gráfico de Wayka.pe
La dimensión de la crisis
Un editorial de Servindi difundida el 20 de diciembre de 2017 remarca que:
"La crisis política que atraviesa el Perú no es solo una crisis política o de gobierno. Es una crisis estructural del sistema político y del modelo económico que lo sustenta, y que tiene como una de sus bases la Constitución Política fujimorista de 1993. Este sistema político, que amenaza con perennizarse gobierno tras gobierno, no es democrático y el modelo neoliberal no favorece a las mayorías, sino a mafias político-empresariales que han saboteado los recursos del país en provecho propio y en perjuicio del Perú.(3)
Luego de las declaraciones de Jorge Barata, que no hacen sino reconfirmar lo que todos sabemos, pero, que los políticos niegan con caradura y cinismo, se intensificará la actual crisis del sistema político, que pierde ostensiblemente su legitimidad y credibilidad ante la ciudadanía, deviniendo en crisis orgánica o de régimen.
Más allá de los avatares de una transición política que debe definirse -como condición básica- suprimiendo de cualquier opción electoral a los partidos políticos asociados a la corrupción, urge que los sectores populares se articulen en torno a una hoja de ruta común orientada a redefinir de manera radical las condiciones para la vida politica en el país.
Ello, sin duda pasa por una Asamblea Constituyente que elabore la nueva Constitución Política de un Estado peruano incluyente, pluricultural, democrático, popular y descentralista, al servicio de todos los pueblos y nacionalidades, que nos permita desplegar las enormes potencialidades que tenemos como país y que hoy se encuentran constreñidas por un régimen arcaico, vetusto, corrupto y antinacional.
Notas:
(1) Ver: Las confesiones de Barata: A quién y con cuánto, en IDL-Reporteros: https://idl-reporteros.pe/jorge-barata-apoyo-a-campanas-de-keiko-fujimori-alan-garcia-ollanta-humala-alejandro-toledo/
(2) Ver: Los señorones de la CONFIEP se pasaron de conchudos, en Servindi: https://www.servindi.org/actualidad/99257
(3) Ver: Una hoja de ruta frente a la crisis política nacional, en Servindi: https://www.servindi.org/actualidad-opinion/20/12/2017/una-hoja-de-ruta-frente-la-crisis-politica-nacional
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