Wilman Caichihua Robles

Pichihua, es uno de los pueblos de la región Apurímac que, desde hace varios años atrás, le están dando real importancia al agua, fuente de vida y seguridad alimentaria para la población.

El pueblo terruqueado y despreciado está diciendo en las calles y en los pueblos, que existen y tienen derechos, que la democracia también les pertenece y que les sirve para ejercer su ciudadanía.

Nuestra Wiphala, sigue flameando en nuestras principales fiestas, en las ceremonias rituales, (...) y hoy, nos están acompañando en nuestras luchas y justas reivindicaciones.

"El racismo y el desprecio siempre estuvo presente (...) pero ahora, sí se ha visto y vivido en su máxima expresión e incluso los ha llevado a cometer asesinatos de lesa humanidad".

A pesar del desprecio, el racismo, el terruqueo, la estigmatización y el menoscabo, los pueblos se han levantado para decir que aún existimos (...) que somos millones que estamos volviendo para reconstruir nuestra patria.

Las protestas en Abancay se radicalizaron. Se presentan manifestantes del distrito de Huancarama, Pacobamba y Kishuará exigiendo calles y pueblos.

La comunidad campesina de Pichirhua viene realizando acciones de revaloración de costumbres ancestrales muy necesarias para enfrentar la crisis climática en curso

“​Los pueblos están despertando dando valor a sus raíces culturales y la única forma de trasmitir a las nuevas generaciones es a través de la propia vivencia y práctica directa" nos explica Wilman Caichihua en la siguiente crónica.

El colegio “Nuestra Señora De Las Mercedes” está ejecutando una serie de actividades para revitalizar la lengua quechua y fortalecer la cultura, con participación masivos.

En el pasacalle fuimos testigos de cómo las estudiantes se sienten reconocidas, respetadas y visibilizadas, lo cual, influye en el fortalecimiento de su autoestima colectiva y sentido de pertenencia.