
Las rondas campesinas vienen cumpliendo un rol fundamental en el control de la inmovilización social obligatoria, la difusión de las medidas de prevención y la educación popular en 17 regiones del país. En el marco de sus facultades y obligaciones piden al Estado peruano el máximo respeto para las autoridades ronderas, además de garantizar su salud y bienestar proporcionándoles instrumentos de protección contra la propagación del virus como mascarillas, útiles de limpieza, medicamentos, camillas, entre otros aspectos logísticos.
Servindi, 30 de marzo, 2020.- “Pedimos al Estado y a las instituciones sacudirse y despercudirse de la soberbia, el racismo y la discriminación. Si ellos no tienen como aliado principal a la población, sus decretos e implementaciones no van a funcionar”.
Fue el mensaje contundente de Santos Saavedra, presidente de la Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú (CUNARC-P), ante el estado de emergencia que se vive en las 17 regiones donde tienen sus bases.
Las rondas como órganos de justicia de las comunidades campesinas se han puesto a disposición de las autoridades del Estado: Ejército del Perú, Policía Nacional y Ministerio de Salud para evitar la propagación del coronavirus.
Desde su principio solidario, vienen cumpliendo un rol fundamental en el control de la inmovilización social obligatoria, la difusión de las medidas de prevención y la educación popular.
Sin embargo, al principio hubo problemas. «La policía nos discriminaba, decían que no teníamos competencia para dar el control. Esto generó conflictos en Madre de Dios, Piura y en la provincia de Picota, San Martín», sostuvo Saavedra.
Ante estos hechos, las autoridades ronderas y los medios locales cuestionaron la posición irresponsable de la policía. Felizmente, en una reciente reunión de trabajo, las autoridades mencionadas reconocieron que necesitaban el apoyo de las rondas para hacer cumplir el estado de emergencia ante el coronavirus.
«Es así que las rondas de acuerdo a sus facultades constitucionales asumieron el control de los transeúntes ante la desobediencia», agregó el líder de CUNARC-P. Y de esta forma el conflicto era superado.
Intervención de la autoridad comunal
En diálogo para Servindi, Santos Saavedra, explica la intervención de la autoridad comunal ante el estado de emergencia en la provincia de Chota, Cajamarca y en otras regiones donde la CUNARC-P tiene sus bases.
«Al principio la gente no entendía. Ahora ya no hay reuniones, servicios de transporte y mercados. Todo está muy restringido», indica.
Primero, las rondas han asumido la orientación, el orden y el control de la inmovilización social. No se permite el desplazamiento de las personas y medios de transportes sin autorización.
Segundo, las rondas vienen suspendiendo todo tipos de eventos sociales en las ciudades, comunidades campesinas, caseríos y centros poblados en las regiones donde tienen sus bases (Cajamarca, Puno, Ancash, San Martín, Madre de Dios, entre otras).
En Puno, las autoridades ronderas de San Román sorprenden a ciudadanos tomando licor en pleno estado de emergencia y son sancionados con ejercicios físícos para reeducarlos. Fuente: CUNARC-P
Tercero, existe una coordinación constante con los profesionales de salud y demás autoridades para la difusión de las medidas de prevención del coronavirus en las comunidades campesinas.
Por último, la educación popular permite que los dirigentes de las rondas fortalezcan sus capacidades en el control y las medidas de prevención ante el coronavirus.
En Huacaybamba de la región de Huánuco, se enseña y advierte a las personas que se queden en casa por su seguridad y bienestar frente al Covid-19. Foto: CUNARC-P
Para garantizar la salud y la eficacia del papel de las rondas, la CUNARC-P exigió al Estado instrumentos de protección contra la propagación del virus como mascarillas, útiles de limpieza, medicamentos, camillas y profesionales de la salud en sus respetivas jurisdicciones. Además de cierta logística como medios de transporte.
«Pedimos el máximo respeto a nuestras autoridades ronderas en cada una de sus jurisdicciones de parte del ejército, la policía y los profesionales de salud», remarcó el líder de CUNARC-P.
Siguen burlando a las autoridades
Pese al control que están asumiendo las rondas campesinas en las regiones, las personas encuentran la forma de burlar la emergencia nacional.
Saavedra, explica que mucha gente se desplaza de Lambayeque a Cajamarca. «Lo hacen por la provincia de Chota (límite entre los dos departamentos), están viniendo ocultos en carros que transportan alimentos».
En Chota se ha instalado la policía, la ronda y el personal de salud para revisar a las personas. «Se está revisando hasta en las llantas para evitar que la gente escondida entre y así evitar el contagio», agrega.
Otra forma como las personas burlan el estado de emergencia es bajándose antes de los puestos de control. «Los pasajeros bajan y caminan para evadir el control. Se van por otro lado, luego esperan en un punto a su acompañante y siguen su ruta».
Incluso, existen malos policías que transportan pasajeros sin permiso en plena situación de emergencia.
En Piura, las rondas campesinas sorprenden a policías de carreteras transportando pasajeros sin permiso y emplazan que den el ejemplo ante el estado de emergencia. Fuente: CUNARC-P
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