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Crisis del agua obliga a una gestión mejorada

En Angola, la sequía afecta a más de 2,3 millones de personas, incluidos 491.000 niños. Foto: Carlos Louzada / © Unicef Angola

Servindi, 26 de noviembre, 2020.- La crisis del agua que se agrava en el mundo obliga a una gobernanza del agua que mejore su gestión advierte la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

A través de su informe anual más importante El estado de la alimentación y la agricultura afirma que en América Latina la disponibilidad de agua por habitante ha disminuido en un 22% en los últimos 20 años.

Esta disponibilidad se reduce en el sur de Asia a un 27% y en África Subsahariana hasta un 41% donde alrededor de 50 millones de personas viven en áreas donde la sequía severa tiene impactos catastróficos.

El crecimiento de la población y de la economía, y la crisis climática acentuarán esta tendencia si es que no se adoptan medidas, advirtió la FAO en una presentación realizada el jueves 25 de noviembre,

Una gestión mejorada y más sostenible del agua a nivel mundial será fundamental para garantizar el acceso de todos a este preciado líquido.

Crisis mundial

En el mundo más de tres mil millones de personas viven actualmente en áreas agrícolas con una gran escasez de agua y casi la mitad de ellos, 1200 millones, se enfrentan a graves limitaciones al respecto.

Aproximadamente el 11% de las tierras de cultivo de secano del mundo –aquellas que dependen exclusivamente del agua de la lluvia y no tienen sistemas de riego–, o 128 millones de hectáreas, enfrentan sequías frecuentes.

Lo mismo ocurre con alrededor del 14% de las tierras de pastoreo, o 656 millones de hectáreas. Mientras tanto, más del 60 %, o 171 millones de hectáreas, de las tierras de cultivo de regadío sufren una gran escasez de agua.

Once países ubicados en el norte de África y Asia, enfrentan ambos desafíos, por lo que urge adoptar una contabilidad de agua sólida, una asignación clara, tecnologías modernas y cambiar a cultivos que necesiten menos agua, asegura el informe.

En total, el 20% de los terrenos agrícolas, unos 300 millones de hectáreas sufren de falta de agua suficiente.

Además, cabe destacar que el acceso al agua por persona a nivel mundial es desigual, por ejemplo, la cantidad media de agua dulce por persona en 2017 fue de unos 43.000 metros cúbicos en Oceanía, mientras que apenas alcanzó los 1000 metros cúbicos en el norte de África y Asia occidental.

Familias recogen agua de un pozo facilitado por UNICEF en Etiopía. Foto: Zerihun Sewunet / © UNICEF

Llamado urgente

“Con este informe, la FAO está enviando un mensaje contundente: la escasez de agua en general y en la agricultura deben abordarse de manera inmediata y audaz”, enfatiza su director general, QU Dongyu, en el prólogo del documento.

El informe aboga por una gestión mejorada del agua, respaldada por una gobernanza eficaz e instituciones sólidas que garanticen los derechos de todos al preciado líquido.

Los caminos para la acción van desde la inversión en la recolección y conservación de agua en áreas de secano hasta la rehabilitación y modernización de sistemas de riego sostenibles en áreas irrigadas.

Estos deben combinarse con las mejores prácticas agronómicas, como la adopción de variedades de cultivos tolerantes a la sequía y herramientas mejoradas de gestión del agua.

Entre ellas se incluyen herramientas eficaces de asignación y fijación de precios del agua, como derechos y cuotas de agua, para garantizar un acceso equitativo y sostenible.

Sin embargo, afirma el informe, la auditoría del agua debe ser el punto de partida de cualquier estrategia de gestión eficaz.

El sector agrícola representa más del 70% de las extracciones mundiales de agua, por lo que requiere especialmente de un uso más productivo y sostenible de este recurso.

La sequía en el norte de Angola ha dejado familias desesperadas y niños sin educación. Foto: Carlos César / © UNICEF Angola/2019

Otros datos clave

  • Los bosques importantes en áreas como las cuencas de los ríos Amazonas, Congo y Yangtze son fuentes importantes de vapor de agua para las áreas a favor del viento y, por lo tanto, son cruciales para la agricultura de secano.
  • Alrededor del 41% del riego mundial actual se produce a expensas de los requisitos de flujo ambiental, que son esenciales para mantener los ecosistemas que brindan funciones de soporte vital.
  • Los biocombustibles requieren de 70 a 400 veces más agua que los combustibles fósiles que reemplazan.
  • Las extracciones totales de agua per cápita (que se realizan para el riego) son más altas en Asia central, alcanzando casi 2000 metros cúbicos por persona en 2017, en comparación con menos de 130 en África subsahariana.
  • En los países menos adelantados, el 74% de la población rural no tiene acceso a agua potable.
  • 91 países tienen planes nacionales para el agua potable rural, pero solo nueve han asignado fondos suficientes para implementarlos.

 

Las matemáticas del agua

El informe expresa que las características inherentes al agua dificultan su gestión, pero que esta debe ser reconocida como un bien económico que tiene un valor y un precio.

Según la FAO, las prácticas tradicionales que la llevan a ser tratada como un bien gratuito a menudo crean fallas en el mercado.

Un precio que refleja el verdadero valor del agua, por el contrario, envía una señal clara a los usuarios para que la utilicen de manera inteligente.

"Los planes de gestión deben centrarse en los problemas y ser dinámicos", recomienda el documento.

Entre 2010 y 2050, se prevé que las áreas de regadío cosechadas crezcan en la mayoría de las regiones del mundo y se dupliquen en África subsahariana, lo que podría beneficiar a cientos de millones de personas de las zonas rurales.

El informe señala que, en algunos casos, los sistemas de riego a pequeña escala y dirigidos por los agricultores pueden ser más eficientes que los proyectos a gran escala.

Este puede ser es un camino prometedor para el África subsahariana, donde los recursos hídricos superficiales y subterráneos están comparativamente subdesarrollados y solo el 3% de las tierras de cultivo están equipadas para riego.

La expansión del riego a pequeña escala puede ser rentable y beneficiar a millones de personas rurales pero se requiere superar factores como el acceso a financiamiento y crédito.

En Asia, la disminución del riego de superficie financiado por el estado a gran escala ha llevado a los agricultores a aprovechar directamente las aguas subterráneas, ejerciendo una presión excesiva sobre el recurso.

Para abordar estos problemas, será necesario invertir en la modernización de los antiguos sistemas de riego, así como en políticas eficaces, explican los expertos.

Sequía en la zona de Ceará, en Brasil. Foto: FAO
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Fuente: Con información de Noticias de la ONU: https://news.un.org/es/story/2020/11/1484732
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