
Servindi, 24 de enero, 2020.- Estamos a solo dos días de celebrar las Elecciones Congresales Extraordinarias 2020 y probablemente aún te realices algunas preguntas como estas: ¿es cierto que el voto en blanco, nulo o viciado podría favorecer a otros partidos políticos?
En este breve informe, además de conocer la respuesta a esta interrogante, te recordaremos cuáles fueron aquellos partidos políticos que en su momento se opusieron a la disolución del Parlamento —pese a que más del 80% de la población lo apoyaba— y que ahora intentan regresar como si nada hubiera pasado. ¡Empecemos!
1) ¿Cuáles son las desventajas de votar en blanco o nulo?
Recuerda que el voto en blanco se da cuando decides no marcar ninguna opción de la cédula y lo entregas así al ánfora; mientras que el voto nulo o viciado se registra cuando sobre la cédula se realizan trazos mal hechos, garabatos o escrituras que no corresponden al aspa o la cruz con el que se debe elegir al partido político.
Para estas elecciones, han sido habilitados 24 millones 799 mil 384 votantes. Esto podría traducirse por la misma cantidad de votos; pero en la práctica no es así porque según la Ley Orgánica de Elecciones (Ley N°26859), todas aquellas cartillas que hayan sido marcadas indebidamente o dejadas en blanco, se descartan del proceso electoral, reduciéndose así el universo de votos válidos.
En otras palabras, lo que hace el voto en blanco o viciado es reducir el número de electores, lo que, a su vez, permite que los porcentajes de votos para los candidatos se eleve, aumentando así sus probabilidades de superar la valla electoral del 5% de respaldo que requieren los partidos políticos.
Un ejemplo claro: Imagina que tenemos tres partidos (A, B y C) y tenemos 100 personas:
- 50 votan por A = 50%
- 20 votan por B = 20%
- 20 votan por C = 20%
- 10 votan en blanco o nulo = 10%
En apariencia, estos serían los porcentajes finales; pero recuerda que la ley establece que los votos blancos o nulos no son considerados. Entonces, ese 10% que no voto por nadie o al que le anularon su voto es eliminado, generando un nuevo universo de votos válidos que dejaría los porcentajes de esta manera:
- 50 votan por A = 55,5%
- 20 votan por B = 22,2%
- 20 votan por C = 22,2%
Como verás, aunque tu voto en un inicio no fue para nadie (blanco), finalmente termina beneficiando a los partidos políticos porque se suma a sus porcentajes. Y peor aún, si se trata de un partido con el que nunca simpatizaste.
Por último, serán con esos nuevos porcentajes con los que se distribuirán los escaños en el Congreso de la República.
Ahora un ejemplo de la vida real:
Según las Estadísticas de las Elecciones Generales del 2016, aquel año se habilitaron 23 millones de personas para votar, de las cuales 4’431, 077 votaron por Fuerza Popular en la primera vuelta.
Si comparamos los votos a Fuerza Popular con el número total de votantes, este partido habría alcanzado el 19.35% de los votos en el Perú.
Sin embargo, esta cifra aumentó debido a que los votos en blancos, nulos y viciados redujeron a solo 12 millones de votos válidos lo que en un inicio eran 23 millones de personas habilitadas para votar.
De esta manera, si se comparan los 4’431,077 votos a favor de Fuerza Popular con el nuevo universo que son 12 millones de votos, el porcentaje pasa del 19.35% al 36.34%. Recordando entonces que son estos porcentajes los que finalmente se utilizan para distribuir los escaños en el Congreso. ¿Ahora comprendes por qué Fuerza Popular obtuvo 73 de los 130 escaños en el parlamento pasado?
2) Estos son los partidos que se opusieron a la disolución constitucional del Congreso y que ahora quieren regresar.
El último simulacro de votos presentado por El Comercio-Ipsos el pasado 19 de enero, arrojó entre los movimientos que superarían la valla electoral, a tres partidos que se opusieron rotundamente a la disolución del Congreso, sabotearon la reforma política y actuaron sistemáticamente en el blindaje de la corrupción.
Se trata de Acción Popular que alcanza el 8,4%, Fuerza Popular con 6,3% y Alianza para el Progreso, con el 5,6%.
Fuente: El Comercio-Ipsos
Precisamente, fue esa capacidad nula para el diálogo liderada por la agenda pro empresarial de Fuerza Popular y acompañada por los otros dos partidos, lo que motivaría el cierre definitivo del Parlamento.
Pero se aferraron con uñas y dientes hasta el último día.
¿Recuerda usted aquel 30 de setiembre del 2019 cuando el Congreso de la República dominado por el fujimorismo intentó elegir a los miembros del Tribunal Constitucional en una jornada maratónica y luego de un proceso poco transparente y a espaldas del pueblo?
¿Y acaso es bueno recordar que fue el partido Acción Popular quien propuso al primer magistrado del TC que luego sería elegido inmediatamente con los votos, entre otros, de Fuerza Popular y Alianza para el Progreso?
¿Y no fueron los representantes de estos partidos los que intentaron cerrar las puertas del Pleno del Congreso para que el entonces premier Salvador del Solar planteara la cuestión de confianza exigiendo la suspensión de este proceso de selección?
Y aún luego de la cuestión de confianza y del cierre del Congreso, ¿no fueron estos movimientos quienes juramentaron a una «presidenta en funciones», dándole un portazo en la cara al 84% de la población que apoyaba la disolución del Parlamento?
Así es, estimado lector y lectora. Son los mismos partidos que ahora intentan regresar al Parlamento. Pero al final de cuentas, es usted quien tiene la decisión en su voto.
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